Un tono, dos tonos, tres tonos… infinitos, y el teléfono, no se descuelga. «En otoño es así, están muy ocupados. Pruebe a llamar hasta que alguien lo coja», indican desde el Ayuntamiento de Montejo de la Sierra (Madrid). Mientras, las hojas y el otoño dibujan un entorno más propio de una película de Disney que de las 250 hectáreas del Hayedo de Montejo, un hayedo único en la Comunidad de Madrid, al borde del río Jarama y del límite con Castilla La Mancha. Un total de 740 personas por mes pueden pisar el amasijo de colores del bosque de la Sierra del Rincón situado a 100 kilómetros de la capital. Conseguir la plaza es prácticamente un imposible.
El pasado 17 de octubre abrió el plazo de reservas para visitar el Hayedo de Montejo del 1 al 15 de noviembre. Ante el incremento de peticiones previstas y para atender las solicitudes de reserva, se amplió la capacidad del servidor que soporta el programa de reservas de 8 a 26 procesadores. El mero hecho de mantener la web en funcionamiento y sin bloqueos ya era un éxito, ya que el número de personas en busca de su plaza multiplicó casi por 1.000 la cifra habitual. «A las 9.30 de la mañana del 17 de octubre se produjo un pico de 32.400 intentos de conexión cuando la media en el año es de apenas 35. Esta situación sí provocó retardos y dificultades en la página que no se pudieron evitar», señala desde el Centro de Información de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón, encargado de distribuir 270 plazas de manera telemática y 470 presenciales para recoger en el día correspondiente en su sede (Calle Real 64, en Montejo de la Sierra) para acudir al Hayedo de Montejo.
Su declaración como Sitio Natural de Interés Nacional y sobre todo, como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, permiten la salvaguarda del hayedo e impiden una ocupación masiva de la zona. Los niños también cuentan a la hora de hacer la reserva, a no ser que sean bebés y vayan en mochila. Asimismo, no está permitida la visita con mascotas, a excepción de titulares de perros guía con identificación.»El próximo 2 de noviembre se implementará un nuevo procedimiento de adjudicación de plazas mediante sorteo, abriéndose un periodo de varios días para que todas las personas interesadas pueden presentar su solicitud. Se informará de todo ello en la página web» indican en las redes de la Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón.
Qué ver en el Hayedo de Montejo
Mamíferos, reptiles, aves, peces, anfibios y más del 40% de las especies de mariposas que hay en toda la Península Ibérica se encuentran en el Hayedo de Montejo. Se trata de un caso único en la región madrileña, pero también excepcional en Europa, ya que es uno de los hayedos más meridionales del continente. «La humedad y la riqueza del suelo, junto con el microclima que se genera en la zona y el tener una orientación que favorece la captación de las masas de aire húmedas hacen de esta franja el invernadero perfecto para su crecimiento», apunta la Comunidad de Madrid.
Su arbol más ilustre, con 250 años y 15 metros de altura, es conocido como haya de la Roca. Pese a ser el más conocido del hayedo, no es el más alto, ya que hay hayas de más de 20 metros de altura. Además, pueden encontrarse otras especies vegetales como robles, avellanos, abedules, serbales y acebos. Entre la fauna destacan los corzos, jabalíes, tejones, nutrias, gatos monteses, azores, perdices, mirlos o herrerillos.
Otoño es la época de mayor esplendor del Hayedo de Montejo, de ahí el colapso en su sistema de reservas. Los recorridos principales para disfrutar de este bosque son la senda del Río, la senda de la Ladera y la senda del Mirador, todas ella con una duración aproximada de una hora y media. La senda del Río es la más apropiada para ir con niños y personas con menos capacidad física. El portal de Turismo de la Comunidad de Madrid la cataloga como la más recomendable para aquellos que visitan el hayedo de Montejo por primera vez, «debido a que transita por algunos de los ejemplares de hayas más representativos de la zona».
La senda de la Ladera comparte los primeros 500 metros con la del Río, aunque la dificultad es mayor. Como desentraña su propio nombre, asciende por la ladera y se interna en el hayedo, donde también se encuentran algunos ejemplares de pino silvestre. La ruta, circular, se alarga hasta los 1450 metros y acumula un desnivel de 115 metros. De las tres, la senda del Mirador se considera la más complicada, aunque es asequible para el ciudadano medio. El inicio es común a las otras dos sendas, pero se disgrega para ascender la ladera y llegar a un mirador.