Con ilimitados accesos de rabia. Así ha recibido la prensa marroquí las polémicas declaraciones vertidas por el ex ministro Mohamed Ziane en una entrevista a El Independiente. El establishment del país vecino, a través de sus sucursales mediáticas, ha exigido la cárcel para el abogado lanzando, además, un reguero de insultos, desde «hereje», «loco» o «terrorista» hasta «traidor» y «quintacolumnista».
En la conversación con este diario, Ziane denunciaba la ya prolongada ausencia de Mohamed VI -que reside en París y solo acude a Rabat para presidir ceremonias puntuales-, que calificaba de «anormal» y le exigía al monarca alauí que decidiera si quería seguir en el trono o prefería vivir su vida lejos de sus responsabilidades.
«El articulo les dolió muchísimo», reconoce Ziane a este rotativo mientras se prepara para una probable acusación judicial por sus palabras, inaceptables para el régimen alauí y sus secuaces. «Ha habido una alteración clara del texto con propósito de hacerme pasar por un traidor, pero la opinión pública no lo acepta», arguye el letrado.
La prensa marroquí, controlada por el poder político y policial, ha sido unánime en su crítica furibunda. Y las repercusiones han sido muy amplias. «Además de la deliberada insolencia, el señor Ziane se permite esta gravísima impertinencia de hablar del Rey como si le fuera familiar, mejor: si leyera sus pensamientos y fuera íntimo de él», le acusa uno de los columnistas marroquíes.
«Agente enemigo sin fe ni dignidad»
«Ziane, que solo tiene el título de ‘maestro’, ya no está en su última escapada. Atraviesa el Rubicón del exceso, la impostura y la locura», agrega. «Borracho de vergüenza, cree atacar al rey Mohamed VI y a las instituciones nacionales. Lo más grave, sin embargo, es que actúa conscientemente como relevo de los servicios argelinos y sus medios de comunicación, el defensor sin tapujos de las tesis que alimentan sobre una supuesta marcha definitiva del rey, mejor aún su abdicación. ¿Quinta columna, como dicen, o propagador enfadado?», insiste el artículo, uno de los tantos que se han publicado desde el domingo en la enfada prensa marroquí.
Según el diario Barlamane, se trata de «un abogado marroquí destituido y condenado en 2021 a tres años de prisión tras una denuncia presentada contra él por el Ministerio del Interior». «Cultivar el singular hábito de querer ser peor que su reputación es el único éxito de Ziane», insiste el rotativo, que le presenta como una persona que «se deleita en el papel de agente enemigo sin fe ni dignidad».
«Fue más monárquico que el rey»
Ziane conoce bien los entresijos del majzén -el entorno de Mohamed VI- porque una vez y durante décadas fue uno de ellos. Sirvió a Hasán II y en la primera etapa de su hijo hasta distanciarse y convertirse en una “rara avis”, un opositor singular. Ziane fue ministro de Derechos Humanos, diputado y fundador del Partido Liberal Marroquí. Presume hasta la fecha de ser el primero y el único alto funcionario marroquí en haber dimitido por su voluntad, ante las cámaras de la televisión local.
Para el digital Le360, «Mohamed Ziane, que en su día fue más monárquico que el rey, ha envejecido muy mal hasta el punto de divagar patéticamente: el rey Mohamed VI lo está haciendo bien». «Y si el abogado defenestrado, reducido a esconderse detrás de su pasaporte español -y de su ‘clan’- no tiene otra ocupación que la de escudriñar cada movimiento del soberano, haría bien en cuidar su salud mental. Sus arrebatos son cada vez más parecidos a la locura», apunta el rotativo, abonado abiertamente -como otras tantas cabeceras marroquíes- al insulto más ruin.