La Embajada de Estados Unidos en Filipinas acusa a Pekn de tener un comportamiento “provocativo” y “peligroso”
Mientras las dos superpotencias mundiales se acusan mutuamente de violar sus cielos enviando dirigibles con equipos avanzados de vigilancia, China habra apuntado con un “lser militar” al ejrcito de Filipinas, con el que Estados Unidos firm a principios de mes una ampliacin de su pacto de defensa para permitir a las tropas estadounidenses el acceso a cuatro bases ms en este pas del Sudeste Asitico.
Lo que denunci hace unas horas Filipinas, fue que la Guardia Costera china haba usado un lser para intentar interrumpir “una misin de reabastecimiento a las tropas” dentro de su zona exclusiva econmica y muy cerca del archipilago de las Islas Spratly, que reclaman tanto China como Filipinas. En esas mismas aguas en disputa, hace un par de das hubo constancia de que la Armada y el Cuerpo de Marines de EEUU estaban realizando ejercicios conjuntos.
Este martes, el Ministerio de Exteriores filipino interpuso una protesta diplomtica contra Pekn. “Nuestra embarcacin estaba ayudando a una misin para entregar alimentos y suministros a las tropas en un atoln en la va fluvial en disputa el 6 de febrero cuando un barco de la Guardia Costera china dirigi un lser de grado militar a la nave, cegando temporalmente a su tripulacin en el puente”, relat en el portavoz militar filipino Medel Aguilar.
Tras esa comparecencia, desde Washington, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, quiso hacer pblico el apoyo a sus aliados: “En trminos ms generales, el peligroso comportamiento operativo de la Repblica Popular China amenaza directamente la paz y la estabilidad regional, infringe la libertad de navegacin en el Mar de China Meridional (tambin llamado Mar del Sur de China) garantizada por el derecho internacional y socava el orden internacional basado en normas”.
Por su parte, la Embajada de EEUU en Filipinas ha acusado a China de tener un comportamiento “provocativo” y “peligroso”. “La actitud de China amenaza directamente la paz y la estabilidad regional, infringe la libertad de navegacin en el Mar de China Meridional (…) y socava el orden internacional basado en normas”, denunci la Embajada de EEUU en Filipinas en un comunicado.
EEUU y Filipinas son signatarios del Acuerdo de Cooperacin de Defensa Mejorada (EDCA) de 2014, que permite el entrenamiento militar conjunto y la dotacin de instalaciones como pistas de aterrizaje, almacenamiento de combustible y viviendas para los soldados de ambas casas, pero no una presencia permanente e inamovible de las tropas de la primera potencia mundial. El ltimo acuerdo que firm hace dos semanas en Manila el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, facilitar una mayor vigilancia de los movimientos de Pekn en el disputado Mar del Sur de China, sobre todo alrededor de Taiwan.
Ese acuerdo, que se sell justo antes de que entrara en escena el primer globo espa chino, derribado el 4 de febrero por un avin F-22 frente a la costa de Carolina del Sur, supone que Filipinas ahora abrir las puertas de cuatro bases ms a los militares estadounidenses, que ya pueden operar en un total de nueve en el pas del Sudeste Asitico, enclavado en una posicin fundamental en el caso de que Pekn ataque Taiwan y que EEUU decida lanzarse a defender a la isla autnoma que China considera una provincia separatista.
Hasta el ao pasado, la Filipinas del polmico Rodrigo Duterte haba mantenido cierta distancia de su tradicional aliado de Washington, oponindose a estrechar los lazos militares porque quera acercarse ms a China. Pero desde que el presidente Ferdinand Marcos Jr asumi el cargo en junio tras ganar las elecciones, las relaciones de defensa entre ambos pases han revivido.
Manila, a cambio de dejar a los soldados estadounidenses moverse por sus bases, pide ms fondos para modernizar sus fuerzas armadas, como los 100 millones de dlares de financiamiento que aprob recientemente EEUU. Tambin, el Departamento de Defensa Nacional filipino dijo la semana pasada que Washington asignara ms de 82 millones de dlares a inversiones en infraestructura en las cinco bases anteriores a las que se le dio acceso.
“Esta es una oportunidad para aumentar nuestra efectividad, para aumentar la interoperabilidad”, dijo Austin durante su visita a Manila. “Estados Unidos y Filipinas permanecieron comprometidos con el fortalecimiento de nuestras capacidades mutuas para resistir ataques armados. Estos esfuerzos son especialmente importantes ya que la Repblica Popular China contina avanzando en sus reclamos ilegtimos”, continu.
Filipinas y China han tenido bastantes encontronazos por esos “reclamos ilegtimos” a los que se refera Austin. En Manila no se olvidan de los caones de agua que tres buques de la guardia costera china lanzaron a finales de 2021 a dos barcos filipinos que transportaban alimentos a soldados apostados en una elevacin de marea baja cerca de las Islas Spratly.
Adems de esa crisis, los soldados filipinos vislumbraron cmo alrededor de unas islas en disputa estaban patrullando 300 embarcaciones de las milicias martimas chinas. Estas aparentemente se dedican a la pesca comercial, pero en realidad funcionan como una flota paramilitar que lleva aos operando junto al ejrcito chino para expandir los objetivos polticos de Pekn en esas aguas claves para las rutas comerciales y con ricos depsitos submarinos de petrleo y gas. Aquella situacin se calm cuando Washington record a China que cualquier ataque armado contra barcos filipinos obligara a la armada estadounidense a intervenir por el tratado de defensa mutua que Estados Unidos tiene con Filipinas.
El Gobierno chino nunca ha aceptado el fallo del Tribunal Internacional de La Haya de 2016 sobre que el Mar del Sur de China se trata de un espacio martimo compartido donde Pekn y Manila deben cooperar tanto en su conservacin como en su explotacin comercial.
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