Fue en Andalucía «donde empezó el gran cambio», proclamó ayer el coordinador general del PP, Elías Bendodo, tras conocerse que será el coordinador de la campaña para las elecciones locales y autonómicas del cuarto domingo de mayo. Y es que a Bendodo se le considera el principal «hacedor» del triunfo del presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, saldado el 19-J del pasado año con una inesperada mayoría absoluta en la que se le terminó de doblar el pulso al que fuera incontestable partido de los socialistas andaluces.
Obviaba Bendodo el punto de inflexión que supuso el triunfo, un año antes, de la madrileña Isabel Díaz Ayuso. Si bien no alcanzó la mayoría absoluta, laminó a Ciudadanos y sumó más escaños que toda la izquierda, lo que le permitió un gobierno monocolor. A partir de ese momento los sondeos comenzaron a serle favorables al PP, con el paréntesis de la crisis interna que acabó con Pablo Casado fuera del liderazgo del partido.
Pero para la actual dirección de Génova es el modelo y estilo de campaña de Andalucía y no el de Madrid, el que mejor se adapta tanto a la personalidad de Alberto Núñez Feijóo como a la intención de lanzar un mensaje transversal muy alejado de aquel «comunismo o libertad» que acuñó Díaz Ayuso en réplica al de Pablo Iglesias de «democracia o fascismo».
«Isabel nos centra», aseguran en Génova
No reniegan, aseguran, de los modos de la baronesa popular. Feijóo no tiene inconveniente de dejarse ver con ella, de compartir paseo por los mercadillos de navidad de la capital de España y trasladar cierta complicidad. Entienden que su mensaje tiene implantación en Madrid, granero de votos para el PP que hay que cuidar, y del del mismo modo creen que, de cara al resto del país, «Isabel nos centra».
Elías Bendodo optó en campaña por acentuar el perfil institucional de Juan Manuel Moreno, sin estridencias, representante de un centro-derecha de rostro amable que, lejos de polarizar y confrontar, como hizo Ayuso, resultó atractivo para un 10 por ciento de votante socialista. Ese es el espacio en el que Núñez Feijóo quiere escarbar, el del elector de centro-izquierda moderado además del que se posiciona en el término medio de la tabla ideológica, ese sector centrista liberal hoy huérfano de referentes por la crisis de Ciudadanos. Lo de apelar a los votantes de Podemos es más efectista que otra cosa.
El de los indecisos es otro de los caladeros en lo que Bendodo, el hombre de los números y de los sondeos, ha puesto el ojo. Para ello necesita proyectar la imagen de Feijóo como persona moderada con experiencia de gestión que los socialistas intentan arrumbar bajo las acusaciones de «insolvencia» y «frivolidad».
En la próxima semana se irá completando el comité de campaña, al que se incorporará un representante de cada territorio, además de un equipo de estrategia y otro de comunicación. Durante meses las tareas ejecutivas del PP estarán más residenciadas en ese órgano que en el comité de dirección o que en la Junta Directiva Nacional.
Reunión del Comité Electoral Nacional
También debe reunirse en breve el comité electoral nacional para aprobar formalmente los cabezas de lista autonómicos -en aquellos territorios que celebran elecciones- y de capital de provincia. Estatutariamente es la dirección nacional del partido la responsable de estas designaciones, lo que ha provocado en muchas organizaciones territoriales nerviosismo y desconcierto por estimar que los nombramientos deberían haberse producido antes para poder haber entrado ya en campaña a finales de año pasado.
Los populares aseguran tener sondeos muy favorables al tiempo que se aferran a la tesis de que apenas ninguno detectó en su momento la mayoría absoluta de Juan Manuel Moreno debido a la existencia de un voto oculto que cambió de siglas y de otro indeciso decidido a dar todo el poder a Moreno para no depender de Vox.
De este modo, dicen estar en disposición de mejorar los resultados en unas generales desde la mayoría absoluta de Mariano Rajoy, con una estimación en escaños de 143 frente a los 104 de Pedro Sánchez y los 39 de Vox. El sondeo, de la empresa demoscópica de Narciso Michavila, Gad3, calcula en un 11 por ciento la transferencia de papeletas del PSOE al PP y en un 15 la fuga de votantes de Vox que vuelven a la «casa madre». También es significativa, siempre según la misma encuesta, la fidelidad de voto, que en el caso de los populares es del 78 por ciento y de los socialistas del 61. Se augura una larga precampaña electoral en la que Génova se ha marcado el objetivo de superar en votos al PSOE en las municipales, para encarar desde ahí la carrera a las generales.