El actor, que ahora se estrena como director con ‘En los mrgenes’, reflexiona sobre el compromiso, la poltica, el arte y el derecho a la clera… y a la vivienda
Juan Diego Botto (Buenos Aires, 1975) se ha tomado una vida entera para dar con su verdadera vocacin. Convencido de ser actor desde antes incluso de nacer (no en balde es hijo de la profesora de interpretacin Cristina Rota), ahora duda. Su debut como director, acompaado por Penlope Cruz en calidad de productora y protagonista, descubre a quien quiera atender una voz grave, una mirada profunda y, lo mejor, un sentido cierto del dolor. ‘En los mrgenes’ es una pelcula comprometida y convencida del lugar que ocupa, que no es otro que el correcto, siempre a prudente distancia del ms pattico de los socios: el cinismo. Es pelcula, pero por su actitud y claridad bien podra ser un simple grito. Su argumento es tambin su denuncia: la realidad, que tambin es infierno, de los desahucios.
- Los desahucios son una excusa para hacer cine o el cine es una herramienta para denunciar los desahucios?
- Ni lo uno ni lo otro. Uno acaba por hablar de lo que le conmueve y le emociona. Si en vez de ocuparte de tus intereses reales trabajas por simple inters, que no es lo mismo, la cosa no funciona. Tiene que ser un proceso natural, nunca puede resultar artificial. Un cineasta al que le entusiasma el western lo mejor que puede hacer es un western. Y lo mismo vale para la ciencia ficcin o, como es mi caso, el drama.
- En en este caso, adems hay un inters social, vital y hasta poltico. No es slo un inters por un gnero cinematogrfico o una preocupacin de carcter digamos esttico.
- S, pero el arte no puede estar condicionado por una proclama. Nosotros conocimos las historias que se narran en la pelcula y nos quedamos ah, con ellas. Como dice uno de los personajes, en cuanto conoces lo que est ocurriendo con los desahucios, ya no puedes mirar para otro lado. Es un poco como ‘Matrix‘, tomas la pastilla que tomas y no hay vuelta atrs. El cine que me gusta, me entretiene, me preocupa y me emociona es precisamente ste. Veo ‘La clase‘, de Laurent Cantet, o veo ‘120 pulsaciones por minuto’, de Robin Campillo, o veo ‘Mi nombre es Joe, de Ken Loach, y me siento apelado. Me reconozco en ese tipo de cine como el cine que es, no como artefacto poltico.
- Todo lo que cine cita no slo est comprometido con la realidad, sino que aspira a cambiarla. El caso de Loach es explcito y lo es desde su primera pelcula.
- La realidad siempre te supera. Puede contigo. Recuerdo que cuando escriba el guin con Olga Rodrguez, que es periodista, siempre llegbamos a un momento en que deca: ‘Ya est, ya tenemos bastante informacin. El resto lo podemos cubrir con la imaginacin’. Tena esa ansiedad de terminar. Y justo en ese instante siempre nos enterbamos de algo, surga un desarrollo nuevo de la historia, que superaba con creces nuestras expectativas y que dejaba en ridculo lo que habamos pensado. La realidad acababa por ser mucho ms interesante que cualquier cosa que puedas idear.
- Aquello de que la realidad supera la ficcin…
- El nico problema que plantea la realidad es que en ocasiones no es verosmil. Recuerdo una vez en que en la representacin de una obra de teatro un compaero me dio un golpe y me desmay. Pero me desmay de verdad. Luego recobre el conocimiento y segu normalmente. Cuando acab la obra se acerc un amigo que conoca perfectamente el texto y me dijo: ‘Todo bien menos el desmayo que no es verosmil’. Eso pasa con los desahucios. La realidad es tan brutal que para hacer que la historia sea verosmil tienes que domesticar la realidad.
- Mantena su admirado Loach que el capitalismo ha convertido lo inadmisible en normal…
- No puedo ests ms de acuerdo. Una de las preguntas recurrentes que me han hecho desde que empezamos con el proyecto es si no estaba hablando de algo del pasado. Y no, la realidad es que los desahucios son una cosa del presente. Suceden todos los das. Se ha cronificado hasta el punto de dejar de ser una noticia. Y, sin embargo, lo extrao es que es precisamente lo que ocurre todos los das los que nos define como sociedad. La desigualdad define nuestra realidad. La acumulacin de riqueza en pocas manos define nuestro mundo. El hecho ineludible de que hay mucha gente ahora mismo que pasa hambre hasta el punto de morir es lo ms relevante de nuestra actualidad. Y todo ello ha dejado de ser un noticia. El problema de la vivienda define la pobreza en nuestro pas. A quines se les desahucia ahora mismo? Pues a gente que gana 1.100 euros al mes, tiene dos hijos a su cargo y el alquiler se le ha subido a 750. Le quedan 350 para mantener a su familia. Convivimos, como dice Loach, con lo inadmisible.
- Al final, s que quiere cambiar el mundo.
- Me conformo con contribuir al debate y con que los que vayan a ver la pelculas salgan de ella con unas cuantas preguntas.
- Buena parte de su obra anterior habla de exiliados que no son ms que gente sin hogar, igual que los desahuciados…
- Recuerdo que cuando acab de escribir ‘Una noche sin Luna’, me dije a m mismo orgulloso: “Por fin he escrito sobre algo diferente”. La obra sobre Lorca era una obra sobre Espaa, no sobre el exilio ni sobre la inmigracin ni sobre Argentina. Tiempo despus, casi un ao ms tarde, Sergio Peris-Mencheta, el director, me pidi que escribiera un prrafo en el que contara de qu iba. Y ah me di cuenta de que en realidad haba escrito de un desaparecido. Cada uno tiene sus obsesiones. Cuando llegu a Espaa huyendo con mi familia de la dictadura argentina, vine con mi madre sola, exiliada y con tres hijos. Hubo un momento que tambin nosotros fuimos desahuciados viviendo de casa en casa de amigos. Imagino que estoy condenado a hablar de eso y a hablar de mi madre, de las madres. Ellas son siempre las que acaban por hacerse cargo de todo. Tambin eso est en la pelcula.
- Est diciendo que la vida de los desahuciados de hoy es, de algn modo, su propia historia…
- De algn modo. Perder la casa es la mayor de las cancelaciones. No te permite ser nada, no puedes desarrollar ninguna expectativa de futuro.
- Por qu ese empeo en dar la cara por asuntos que quiz y desde su posicin actual le son ajenos? No teme que se le tache de arrogante por intentar hablar por los dems?
- Pero es que no son asuntos de los dems. El error es pensar que los problemas de los dems nos son ajenos. No puedes negar un problema que ves y tampoco puedes fingir que no lo has visto. La nica forma de mejorar esto es que que nos impliquemos todos. Cuando me siento mal es cuando hay algo sobre lo que puedo hacer algo y no lo hago. Sin querer compararme con Lorca, pero l en 1936 firm el manifiesto a favor del Frente Popular. Y saba lo que haca. Saba que se la jugaba. No era tonto ni un inconsciente. Simplemente hizo lo que crea que deba hacer. Como Lorca, creo que hay momentos en la vida en que es imposible ser neutral, que la indiferencia es criminal. Creo que me he puesto un poco pedante.
- El 15-M creci al calor del movimiento antidesahucios. Hace poco se celebraba el dcimo aniversario del movimiento que tom las plazas. Cul es su diagnstico de la situacin actual con parte de ese movimiento en el poder, en el Gobierno de Espaa?
- Por un lado, est el movimiento anti desahucios que ha seguido adelante. El movimiento es el mismo. Otra cosa es que no se le preste la atencin que deberamos, como deca antes. El problema de la vivienda, por otro lado, sigue ah.
- Y de forma ms general, en lo que se refiere ala situacin poltica?
- Lo que vivimos en Espaa no es diferente a lo que est pasando en el mundo de forma global. Pasa en Italia, en Hungra, en Argentina, en Estados Unidos… Vivimos un momento en el que la derechizacin de la poltica hace que no se discutan las opiniones sino los hechos. Est en cuestin el propio concepto de verdad. Y creo que los medios de comunicacin tienen una enorme responsabilidad en lo que est pasando. Cuando la verdad es irrelevante, es la democracia est en peligro. Los mensajes de extrema derecha florecen y con ellos, las soluciones autoritarias. Tengo claro que el antifeminismo, la xenofobia o el nacionalismo son coartadas para defender los grandes poderes econmicos de siempre. Sin duda, hay que estar ah dando la batalla.
- Y no le resulta triste que la Ley de Vivienda siga an empantanada?
- Es muy decepcionante que se acabe la legislatura y sigamos en las mismas. Hay un poema de Lorca que dice que debajo de las multiplicaciones hay una gota de sangre. Debajo de los nmeros siempre hay realidades de personas, de seres humanos. Esa Ley de Vivienda puede salvar literalmente la vida de decenas de miles de personas y que salgan del ciclo inevitable de la pobreza al que te condena estar sin techo. Es imperativo que se apruebe esa ley.
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