El avance militar de Pekín y la constante amenaza nuclear de Pyongyang centran el encuentro
Después de que la llegada a Hiroshima del presidente ucraniano Volodimir Zelenski se convirtiera en el centro de atención del segundo día de la cumbre del G7, a lo que se sumó un duro comunicado del grupo mostrando unidad frente a China, la jornada se cerró con una reunión del Quad (Diálogo de Seguridad Cuadrilateral), la agrupación formada por Estados Unidos, Japón, India y Australia.
Estaba previsto que esta alianza, reactivada en los últimos años para contrarrestar el poder de China en la región de Asia-Pacifico, tuviera una reunión más larga en Camberra el 24 de mayo. Pero el encuentro programado se canceló después de que el estadounidense Joe Biden anunciara que no asistiría porque, tras la cumbre de Hiroshima, regresaría rápido a Washington para continuar sus negociaciones con los republicanos sobre el techo de la deuda de EEUU.
La última vez que el Quad celebró una reunión presencial fue hace un año, también en Japón, pero en Tokio. Los temas de entonces, como los de este sábado, se centraron en el avance militar de Pekín en la región y en la constante amenaza nuclear de Corea del Norte, que no para de avanzar en su arsenal y de probar nuevos misiles balísticos.
“Es importante demostrar nuestra determinación de defender el orden internacional basado en el estado de derecho a través de la cooperación entre el Quad, así como compartir nuestra visión común de un Indo-Pacífico libre y abierto“, dijo el primer ministro japonés, Fumio Kishida.
El concepto “un Indo-Pacífico libre y abierto” es un frase acuñada por el difunto líder nipón Shinzo Abe, que hace tiempo fue expropiada por los políticos estadounidenses y japoneses, quienes la usan frecuentemente para justificar sus maniobras militares en la región y para hacer frente a la influencia de China.
Zona de máxima tensión
Kishida, aunque sin mencionar directamente al gigante asiático, expresó además su preocupación por “los intentos de cambiar unilateralmente el status quo por la fuerza, incluidos los mares de China Oriental y Meridional”. Una referencia principalmente a la presión militar que Pekín ejerce sobre Taiwan, la isla autónoma que China considera una provincia separatista.
Kishida, que es al único que cita el resumen oficial de la reunión -aunque incide en que el resto de líderes reafirmaron cada una de las palabras del japonés-, enfatizó la importancia de desarrollar una “cooperación práctica que realmente beneficie a la región”, y que los representantes del Quad se comprometen a profundizar su alianza en una amplia gama de campos: el cambio climático, la salud global, la infraestructura, las tecnologías críticas y emergentes, el espacio cibernético y la seguridad marítima.
El comunicado conjunto también dedicó unas líneas a Corea del Norte: “Los cuatro líderes condenaron los lanzamientos de misiles balísticos y el desarrollo de armas nucleares de Pyongyang, y reconfirmaron su compromiso con la desnuclearización completa de la península de Corea de conformidad con las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”.
El Quad nació como una simple asociación de ayuda mutua después del tsunami de 2004 en el océano Índico, cuando los cuatro países se unieron para brindar asistencia humanitaria. La alianza la formalizó en 2007 el entonces primer ministro japonés Abe, pero se inactivó pocos meses después cuando Australia anunció su retirada para estrechar lazos comerciales con China.
Hubo que esperar hasta 2017 para ver resucitar al grupo, cuando trató de buscar una alineación frente a los movimientos de Pekín, que van desde construir islas artificiales en el Mar de China Meridional, presionar a Taiwan para lograr la ansiada “reunificación” o enviar a sus guardacostas y cazas de combate a rodear las islas en disputa con Japón.
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