El Código de Buenas Prácticas para aliviar la carga financiera de las personas con hipoteca se aprobó el 22 de noviembre en Consejo de Ministros, pero hasta la adhesión de los bancos y su puesta en marcha se podría decir que empezó a funcionar el 1 de enero. Sin embargo, en algo más de un mes y medio este nuevo código no está recibiendo muchas solicitudes. Los primeros espadas de la gran banca española aseguran que todavía es pronto y que siempre han negociado con sus clientes más allá de estas medidas específicas.
Un total de 54 entidades financieras se han adherido al nuevo Código de Buenas Prácticas. Entre estas entidades se encuentran los seis bancos más grandes del país y los que mayor cuota hipotecaria tienen. Todas las entidades coinciden en que no han recibido muchas solicitudes por el momento. CaixaBank ha sido la única que ha comunicado la cifra de las personas que se han adherido al código. Hasta el 3 de febrero, la entidad había recibido 820 solicitudes. Una cantidad pequeña, tal y como señaló el presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, en la presentación de resultados. También reiteró que desde CaixaBank siempre negocian con los clientes para poder llegar a un acuerdo.
BBVA no comunicó el número exacto de solicitudes. El consejero delegado de la entidad, Onur Genç, considera que no va a haber muchas peticiones y recordó, durante la presentación de las cuentas de BBVA de 2022, que están para ayudar a cualquier cliente que pueda tener problemas o complicaciones con sus hipotecas al margen del código. Genç recordó que el 80% de las nuevas hipotecas se firman a tipo fijo y que el 76% de las variables que tienen en cartera se firmaron hace 10 años o más por lo que los clientes de la entidad “no se van a ver tan afectadas” por la subida del euríbor.
“Por el momento un uso muy limitado”, aseguró la presidenta de Banco Santander, Ana Botín. No obstante, Botín resaltó la necesidad de crear unas medidas específicas que, además, llegaron después de reuniones con el Gobierno “para hacerlo de la mejor manera posible”.
Por lo que respecta a Bankinter, su consejera delegada, María Dolores Dancausa, aseguró que el dato de acogida es “muy bajo, irrelevante”. Según explicó Dancausa, el perfil de cliente que “tenemos mayoritariamente en Bankinter no cumple con los requisitos”. La consejera delegada apuntó que el perfil de cliente es “más resistente a las crisis económicas”, por eso no se ha notado interés en estas ayudas.
El consejero delegado de Banco Sabadell, César González-Bueno, también se refirió a las pocas solicitudes que, por el momento, estaban recibiendo. “Se está aplicando con todo rigor”, aseguró cuando fue preguntado en rueda de prensa y añadió que “toda circunstancia especial se atiende independientemente de si entra o no en el código”.
El último banco en pronunciarse ha sido ING, que ha presentado sus resultados de 2022 de España. Almudena Román, directora general de Particulares de la entidad, explicó que están atendiendo a todos los clientes que lo están solicitando. “Afortunadamente, los clientes lo están necesitando un poco menos que en otras ocasiones, pero estamos listos para ayudar”, comentó.
En el caso de ING, en 2022, a pesar de la subida del euríbor, las hipotecas fijas fueron las menos contratadas. De las 29.000 hipotecas nuevas, solo el 16% fueron fijas, el 57% fueron hipotecas mixtas y el 27% restante, variables. El consejero delegado de la entidad en España, Ignacio Juliá, considera que a largo plazo es “más favorable para los clientes tener una hipoteca a tipo variable o mixto”. Y argumentó que en 2007 el euríbor estaba al 5% y bajó al cero e incluso negativo: “Durante muchos años los clientes que han estado a tipo variable se han beneficiado de esta bajada”.
¿Nuevas medidas?
Ante la poca acogida del Código, algún miembro del Gobierno, como la ministra del Trabajo, Yolanda Díaz, ha alzado la voz proponiendo otras medidas como topar las hipotecas variables, es decir, que no paguen más aunque el euríbor siga subiendo. Una medida criticada por todo el sector bancario, que asegura que pondría en riesgo la concesión de nuevas hipotecas a las rentas más bajas.
Por otro lado, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, tiene previsto reunirse con los bancos y con los agentes sociales el próximo 9 de marzo para evaluar la evolución del código de buenas prácticas para ayudar a hipotecados en dificultades.
En el encuentro de marzo no solo se evaluará cómo se está aplicando el código de buenas prácticas para ayudar a hipotecados, sino también otras medidas como el cambio gratuito de hipotecas de tipo variable a tipo fijo o el código de buenas prácticas para mejorar el tratamiento a personas mayores y con discapacidad.
Calviño ha insistido en que el Gobierno adoptará las medidas que considere más oportunas, pero ha recordado que las condiciones del crédito hipotecario han ido mejorando. Por esto, el riesgo es menor «de lo que hubiéramos tenido en décadas pasadas”.