El Partido Colorado conserva el poder, con el ex mandatario como ‘padrino’
Tiene tres meses y medio para prepararse antes de asumir el 15 de agosto la presidencia, pero hay algunas cosas que Santiago Pea ve ya muy claras: quiere cerrar cuanto antes el acuerdo entre el Mercosur y la Unin Europea (UE), mantendr al pas lejos de la influencia de China y buscar que la relacin con Espaa sume intensidad y cercana.
“Espaa es un amigo de Paraguay, nuestra relacin siempre ha sido de una lealtad tremenda y una amistad principalmente con la corona espaola”, dijo el presidente electo durante una entrevista con EL MUNDO das antes de su contundente triunfo de este domingo: 42,74% contra 27,84% de Efran Alegre, al frente de una coalicin de 14 partidos, la Concertacin, que qued muy lejos de las expectativas que tena de derrotar por segunda vez en 70 aos al Partido Colorado.
“El vnculo econmico es muy bueno, pero Paraguay no ha desarrollado vnculos polticos, ni con Espaa ni con otro pas de Europa, que es lo que quiero trabajar”, aadi Pea, cuyo triunfo fue seguido con atencin especialmente en tres centros del poder mundial: Estados Unidos, China e Israel.
El xito de Pea fue una mala noticia para China: Paraguay mantiene relaciones diplomticas desde hace ms de seis dcadas con Taiwan, poltica histrica del Partido Colorado, una fuerza de derechas en la que se escucha con frecuencia el lema “Dios, patria y familia”. Declarados anticomunistas, los colorados no le darn el gusto a Pekn y seguirn siendo el nico pas de Sudamrica que reconoce a Taipei.
Que Pea se instale en el Palacio Lpez es en cambio una buena noticia para el gobierno israel de Benjamin Netanyahu. Horacio Cartes, presidente de 2013 a 2018 y mentor de Pea, traslad la embajada paraguaya de Tel Aviv a Jerusaln, algo que revirti su sucesor, Mario Abdo Bentez, del mismo partido, aunque duramente enfrentado a Cartes y Pea. El presidente electo se propone devolver la embajada a Jerusaln.
Para Estados Unidos, el xito de Pea es una seal de alerta. La embajada en Asuncin es un factor decisivo de poder en el pas de apenas 7,5 millones de habitantes. Le puso la etiqueta de “significativamente corrupto” a Cartes, hundi al precandidato presidencial de Abdo Bentez e influy fuertemente en la eleccin. Qu har Pea ante el poder de Washington?
“Mira, yo no s cul es el tipo de relacin que ha tenido Mario (Abdo) con el gobierno americano, yo s el tipo de relacin que voy a querer tener: una relacin de de respeto, de trabajo, de poder colaborar en temas. Siempre respetndolos y pidiendo el mismo trato hacia nosotros”.
El Mercosur es otra prioridad del joven economista de 44 aos, ministro de Hacienda de Cartes. Y, dentro de esa prioridad, Pea cree que ya no hay tiempo que perder y que el acuerdo de asociacin entre el Mercosur y la UE debe cerrarse este ao.
“Paraguay tiene una gran vocacin de integracin al mundo, porque durante muchos aos estuvimos aislados. Y al Mercosur hay que repensarlo, nuestros pases no son los mismos que los de los aos ’90. Se necesita una mirada fresca y renovada. Pero todo dentro del Mercosur y nada fuera de l”.
La ltima frase es una mala noticia para Luis Lacalle Pou, presidente de Uruguay, que insiste en negociar acuerdos comerciales en forma individual. Brasil, Argentina y ahora Paraguay le dicen que eso no es posible.
En poltica interna, las dificultades de Pea sern de envergadura. El presidente electo no es un gran orador, y en la noche del triunfo se lo vio excesivamente dependiente de Cartes, una figura que polariza, tambin al interior del fracturado Partido Colorado. Nadie puede decir que el nuevo presidente, esencialmente un tecncrata con un Master en la Universidad de Columbia, no sepa lo que es enfrentarse a desafos mayores: fue padre a los 17 aos.
Pero, as y todo, horas despus de la victoria, Pea sinti los lmites desde las entraas del Partido Colorado. Silvio Ovelar, un influyente senador ligado a Cartes, anunci prcticamente una bicefalia: “La tarea de Horacio Cartes va a ser muy importante, independientemente de lo que diga el embajador de los Estados Unidos”.
Y, por si no quedaba claro, el nuevo presidente es, a su entender, “un gobernante que necesita ms que nunca la orientacin de un rgano conductor”.
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