Mara Auxiliadora Delgado Tabosky y su marido fueron detenidos hace ms de tres aos por su presunta conspiracin e involucramiento en la financiacin de terrorismo
“Por favor, le pedimos de corazn tomar cuantas acciones sean posibles, a travs del presidente del gobierno, Pedro Snchez, y del canciller Jos Manuel Albares, para conseguir la liberacin de nuestra hija”. Osman Delgado es el padre de Mara Auxiliadora Delgado Tabosky (46 aos), presa poltica de Nicols Maduro desde hace ms de tres aos. Junto a ngela Expsito y Jorge Alayeto son los tres espaoles que permanecen encarcelados en las mazmorras del chavismo.
Su llamamiento desesperado en Madrid se produce mientras en Caracas Hennit Carolina Lpez, jueza especial para casos de terrorismo, ltima un proceso interminable contra Mara Auxiliadora y su marido, el militar Juan Carlos Marrufo, quienes fueron detenidos en marzo de 2019 acusados de financiamiento de terrorismo y asociacin para delinquir, delitos que la propia Fiscala revolucionaria desestim en principio por falta de pruebas. Se les involucr en el caso del supuesto atentado con drones contra el mandatario.
El reclamo de la familia sucede semanas despus de que el gobierno de Estados Unidos haya canjeado a los dos narcosobrinos de Maduro por siete presos polticos estadounidenses que el chavismo mantena como rehenes en Venezuela.
Hasta ahora la Defensora del Pueblo espaola ha admitido el caso de Mara Auxiliadora, que tambin fue presentado ante la Audiencia Nacional por la abogada que representa a la familia, la activista proderechos humanos Tamara Suju. Se da la circunstancia de que Suju, directora ejecutiva del Instituto Casla, fue denunciada ante la justicia espaola por Nicols Maduro Guerra, el hijo del “presidente pueblo”, por injurias y calumnias. Nicolasito contrat a uno de los abogados del despacho de Baltasar Garzn, quien tambin ha defendido al magnate colombiano Alex Saab, principal operador financiero de la revolucin y presunto testaferro del mandatario.
“Queremos que el gobierno de Espaa responda por todos los espaoles presos en Venezuela, que les defiendan como ha hecho Estados Unidos con sus nacionales”, insiste Suju.
La tortura blanca y el maltrato psicolgico contra la pareja en los stanos de la sede caraquea de la DCGIM, considerado junto al Helicoide el mayor centro de torturas de Amrica Latina, alcanzan lmites inhumanos. Incluso Delgado y Marrufo sufrieron en octubre de 2019 una falsa liberacin: tras 170 das con boletas judiciales de libertad que el DGCIM se negaba a cumplir, sus agentes los trasladaron en un vehculo en direccin a Valencia (a dos horas de la capital) cuando un operativo de las temidas Fuerzas Especiales de Maduro (FAES) les volvi a detener para presentarles ante otro juez con nuevas acusaciones, como traicin a la patria.
“Pap, esto ya no lo aguanto ms”, repite ahora Osman las palabras que su hija le dijo entonces, hundida tras la falsa liberacin. “Fue la muerte para ellos, por su mente ha pasado quitarse la vida porque ven que no hay manera de salir de esto”, se lamenta.
Sirenas contra incendios que resuenan una y otra vez de madrugada en la denominada Casa de los Sueos, celdas de castigo a tres pisos bajo tierra con luces blancas constantes para perder la nocin del tiempo, sin ver la luz del sol, sin respirar aire limpio… Incluso en los constantes traslados a los juzgados, a la pareja la encierran en unos stanos debajo del aparcamiento, contaminados por el dixido de carbono, donde se dificulta la respiracin, plagados de mosquitos y ratas.
En el ltimo traslado del mircoles les tuvieron en tal situacin durante siete horas hasta que la jueza decidi a ltima hora que no tena tiempo para ver su caso.
“Estamos viviendo esta agona”, concluye Osman, a quien diplomticos y funcionarios espaoles le aseguran que estn haciendo todo lo posible para conseguir su liberacin. “Pero es muy lamentable que el gobierno no se pronuncie despus de que el rgimen no haya permitido las visitas de los diplomticos a nuestros presos. Por qu no lo denuncian?”, cuestiona Suju.
El objetivo de los agentes de la Direccin General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) es desde el primer da conseguir la captura del hermano de la presa poltica, militar exiliado ahora en Estados Unidos. De los 245 presos polticos que existen hoy en Venezuela, 127 son militares. El plan de terror desplegado contra estos uniformados ha afectado directamente a sus familiares, tambin perseguidos, detenidos, incluso torturados en centros clandestinos, con la intencin de amedrentar a quienes no comparten el credo bolivariano en el seno de las Fuerzas Armadas. De las 13 mujeres presas polticas, dos son espaolas.
El ensaamiento contra el matrimonio Delgado/Marrufo es especialmente cruel. En los ms de tres aos desde la segunda “detencin”, se les ha realizado 28 audiencias judiciales, muchas de ellas suspendidas por razones arbitrarias. Las presiones del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y de la Comisin Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) han conseguido que en las ltimas semanas la jueza acelere el proceso, ya que adems han transcurrido ms de tres aos de prisin preventiva que marca la ley.
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