El Govern ha aprobado este jueves los presupuestos de la Generalitat para 2023, 41.025 millones de euros. Unas cuentas que suponen «los presupuestos más expansivos y ambiciosos de la última década, con un aumento del gasto de 3.842 millones de euros» ha destacado la consejera de Economía, Natalia Mas. Salud y Educación se llevan la parte del león de ese aumento del gasto en términos totales, y Cultura y Feminismos en términos porcentuales.
Las políticas de vivienda, sin embargo, caen casi un 44% respecto los presupuestos de 2022. La explicación, según el Govern, hay que buscarla en la caída de los Fondos Next Generation, que también cae un 44,7% respecto al año anterior. El presupuesto de 2023 dedica 661 millones de euros a vivienda y ordenación urbanística, un 1,5% del total. Esta partida alcanzaba en 2022 los 997 millones de euros, un 2,4% del total.
Políticas de vivienda
Una caída llamativa en una comunidad en la que la gestión de la vivienda ha sido uno de los ejes del debate político de los últimos años, con un impuesto propio a viviendas vacías y una Ley de vivienda -anulada por el Tribunal Constitucional- que limitaba el aumento de los precios del alquiler.
En la presentación de las cuentas el Govern ha destacado, sin embargo, que éstas prevén una inyección de 180 millones de euros para ampliar el parque público de vivienda, una partida de 88 millones para ayudas al pago del alquiler y 25 millones más para dotar de viviendas las mesas de emergencia.
Sin tener en cuenta la asignación de fondos europeos Next Generation para este ejercicio (1.185 millones), el gasto aumenta un total de 3.842 millones, un 10,7 % más que supone lamayor subida anual en términos absolutos de los últimos 17 años, ha destacado Mas.
Más ingresos
Si las cuentas de 2022 se vieron impulsadas por los fondos europeos, el crecimiento de las de 2023 se sustenta en el impulso de los ingresos no financieros no finalistas, que suben 4.152 millones (15,2 %), hasta los 31.408 millones.
Este aumento en los ingresos se explica básicamente por el modelo de financiación -tanto los anticipos como la liquidación de 2021, que aporta unos 1.980 millones-, que aportará 25.236 millones en 2023, un 20,6 % más, debido al tirón de la recaudación fiscal. Además, Generalitat prevé que los impuestos propios y cedidos crezcan un 6%, hasta los 4.964 millones.
Salud y Educación se quedan el 55%
Los departamentos de Salud y Educación concentran el 55% del incremento del gasto. En concreto, el departamento de Salud, que tradicionalmente es el que copa el mayor volumen de gasto, prevé destinar 11.636 millones, 1.022 más que el año pasado, lo que supone un crecimiento del 9,6 %.
Por su parte, la consejería de Educación aumenta su gasto en 405 millones en relación a 2022, un 6,2%, hasta los 6.960 millones.
En su conjunto, el peso social de las cuentas es del 73,2%, algo por debajo del 74,6% del año pasado. El Govern atribuye esta reducción al aumento de los intereses y al fuerte incremento que registran este año partidas no sociales como las destinadas al impulso de la industria y a las políticas activas de empleo.
Un 10% más en sueldos
Por otra parte, las remuneraciones del personal del sector público de la Generalitat -funcionarios y los empleados de las empresas públicas- crecerán este año un 10,6 %, hasta los 14.787 millones. Las nóminas se llevarán el 32,59% de un presupuesto total de 45.359 millones, el que engloba a la Generalitat y a todas sus empresas públicas.
Las cuentas para 2023 incluyen un incremento de 12.255 plazas estructurales. De esta forma, de los 3.190 millones de aumento del gasto de todo el sector público, la partida de retribuciones se lleva 1.416 millones, un 44%.
Ahora, el objetivo del Govern es completar el trámite parlamentario de las cuentas en tiempo récord, apenas 37 días frente a los 45 días de 2022, con la idea de que estén aprobadas el 10 de marzo. Un trámite en el que Pere Aragonès sigue intentando incorporar a JxCat.