Yuri Felshtinsky, historiador ruso afincado en Estados Unidos, en la línea que titula su nuevo libro La primera batalla de la III Guerra Mundial, ha afirmado en una entrevista con Efe realizada por Teresa Díaz que «la guerra se va a extender fuera de Ucrania».
Este experto en los servicios secretos rusos analiza las implicaciones geoestratégicas de la invasión de Ucrania que recoge en su obra, publicada por Deusto, y escrita conjuntamente con el también historiador Michael Stanchev, asesor del Ministerio de Exteriores ucraniano.
Pregunta.- Empecemos por las preguntas difíciles. ¿Cuándo va a acabar esta guerra? ¿Qué tiene que pasar para que se llegue a un alto el fuego? ¿Y quién ganará?
Respuesta.- No se cuál es la respuesta a las dos primeras preguntas y creo que son las más importantes. El alto el fuego o el cese de hostilidades no es suficiente porque esta guerra no va sobre Ucrania. Es la primera etapa de un plan de Putin de reconstruir un imperio y está atascado en Ucrania, pero no significa que esté preparado para aceptar la derrota y cambiar sus ambiciones.
P. ¿Cree que Putin se ha visto sorprendido por la reacción de Ucrania y ha tenido que cambiar su estrategia?
R.- Por supuesto, pero no es el único. Nadie esperaba que Ucrania fuera capaz de contener al ejército ruso. Estados Unidos y Europa esperaban que fuera derrotada en una semana o un mes. Esta guerra la ha ganado Ucrania desde el momento en que el presidente Zelenski se negó a marcharse de Kiev, y el Ejército empezó a luchar de forma eficaz, porque desde el 2014 (anexión de Crimea) llevan preparándose para una invasión rusa.
Están ganando desde el punto de vista militar, pero no son capaces de derrotar a la Federación Rusa. Al Gobierno ruso le da igual cuántos de sus ciudadanos mueran. Cuántas más pérdidas en una guerra, más grande se hace ésta para ellos.
El Gobierno ruso dice que no está ganando porque Rusia está luchando contra la OTAN en Ucrania, y la Alianza espera contener el conflicto dentro de las fronteras ucranianas. Pero no creo que esta guerra vaya a prolongarse mucho más tiempo dentro del país. Se va a extender.
P.- ¿Hay algo que los países occidentales puedan hacer, que no estén haciendo, para evitarlo?
R.- La única opción es proporcionar a Ucrania las armas que necesite, tanto en calidad como en cantidad. Está recibiendo ayuda suficiente para frenar los avances rusos, pero no para expulsarles.
Los ucranianos necesitan permiso para disparar en territorio ruso o bielorruso. No se puede ganar esta guerra si no se permite a Ucrania atacar dentro del territorio del enemigo.
P.- ¿La amenaza de Putin de usar armas nucleares es un farol?
R.- Necesitamos que Rusia esté atascada en Ucrania pero cuanto más se alarga la guerra más se acerca Putin a la idea de que tiene que usar armas nucleares. Puede que las utilice contra Ucrania, Lituania e, incluso, Polonia. Y de ahí el interés de Europa en poner fin a esta guerra.
P.- ¿Temen los líderes occidentales hablar abiertamente como usted de que Ucrania es la primera etapa de la tercera guerra mundial por las repercusiones económicas y sociales?
R.- La idea de que estamos en la tercera guerra mundial no sería popular en ningún país y todo el mundo está intentando no mencionarlo. Normalmente lo dicen quiénes ya no forman parte de los gobiernos o exmilitares que pueden hablar libremente. Putin no empezó esta guerra por Ucrania y sus planes son ambiciosos. No existe plataforma para una negociación.
Putin no quiere tomar solamente el este de Ucrania o todo el país. Dice que esto tiene que ver con una confrontación con Estados Unidos y la OTAN y es muy difícil satisfacer sus exigencias cuando lo quiere todo y no tiene límites.
P.- Afirma que Putin ha aniquilado el país y que la Rusia de hoy tiene un régimen que se asemeja mucho al nazismo alemán. ¿Por qué?
R.- Su idea era construir una gran Rusia, que dominase la Europa oriental y las ex repúblicas soviéticas, pero la ha destruido por completo. Quería que los rusos fueran respetados en el mundo y el resultado va a ser que algunos territorios se acaben separando de la Federación Rusa.
Durante muchas generaciones existirá un odio contra Rusia dentro y fuera del país. Creo que el daño que Putin está causando es enorme, igual que el que causó la Alemania nazi.
P.- Llega el invierno. ¿Va a utilizar Rusia el gas para crear un malestar social en occidente que presione para que se firme la paz? ¿Lo peor está por llegar?
R.- Putin quiere causar la mayor distracción posible, lo vemos con el grano de Ucrania. Planea provocar una hambruna artificial en África u Oriente Medio para que personas con hambre intenten llegar a Europa y crear una crisis migratoria. Quiere desestabilizar a Europa para que frene su apoyo a Ucrania.
También está intentando utilizar el gas como un arma y va a usar el invierno como una herramienta para influenciar a los políticos europeos. Cínicamente hablando, podíamos decir, ‘Vamos a dejar de ayudar a Ucrania. Dejemos que Putin la tome’, pero sería muy ingenuo pensar que va a parar ahí.
De hecho, haría la situación más peligrosa y complicada porque ahora el único país de Europa que está preparado para luchar contra Rusia es Ucrania. Si le cedemos a Putin este territorio, invadirá otro.
Desde el punto de vista europeo, es mejor ayudar a Ucrania como sea; todas las demás posibilidades van a tener mayor coste.
P.- Según el diario británico «Mirror», unos documentos filtrados del Kremlin aseguran que Putin padece de cáncer de páncreas y párkinson. ¿Qué credibilidad se le puede dar y, si fuera cierto, cómo podría influir en la evolución de la guerra?
R.- No contaría con que Putin vaya a fallecer mañana o vaya a ser asesinado o destituido. Es un boleto de lotería que no vamos a comprar. No veo a Putin como un dictador; si desaparece, le reemplazarán por otro.
P.- Por último, ¿cómo cree que se recordará la fecha del 24 de febrero de 2022?
R.- Como el principio de la III Guerra Mundial. Como el 1 de septiembre de 1939 en relación con la II Guerra Mundial.