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La locura de Kanye West, la superestrella que “ama a los nazis” y que cree que Hitler invent las autopistas

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Si no fuera por el pequeo accidente histrico de que es un individuo que asesin a cinco millones de judos y a medio milln de gitanos, y que lanz una guerra en la que murieron 60 millones de personas, lo que est diciendo el msico, cantante y diseador de moda Kanye West sobre Adolf Hitler casi sera motivo de chiste. Porque, segn West -que ahora responde al nombre de Ye- Hitler invent el micrfono y las autopistas. Thomas Edison, deje paso al autor de Mein Kampf.

sa es la parte surrealista. La parte ms grave se divide en dos. Una de ellas es la sbita conversin de West al nazismo. No es nada nuevo porque, desde el verano pasado, el rapero y diseador de ropa lleva atacando a la comunidad juda y elogiando sin pudor la figura de Hitler. Al principio, pareci solo un salto cualitativo en la lista de provocaciones, broncas y, por utilizar un trmino ms preciso, estupideces, que el cantante ha convertido en su sea de identidad. Muchos confundieron esas afirmaciones, incluso, con un intento de alcanzar nuevas cotas de publicidad, o como una excusa para romper sus acuerdos comerciales con Adidas y otras empresas que comercializan su ropa.

Ye, sin embargo, se ha empeado en aclarar el error. Y, con admirable tenacidad, ha dejado claro que esto no es ninguna estrategia. Que l es nazi. Admirador del inventor del micrfono y de las autopistas, Adolf Hitler. Aparentemente, a Kanye West, que es negro, no slo no le importa Auchswitz, sino, tampoco, que los nazis esterilizaran a los 500 nios de su misma raza que vivan en Alemania y que, segn el Fhrer, eran bastardos del Rhin y pertenecan a una especie inferior y sucia. El cantante, msico y diseador se dej fotografiar en Mar-a-Lago, la residencia del ex presidente -y candidato en 2024- Donald Trump, el Da de Accin de Gracias en compaa de Nick Fuentes, un neonazi estadounidense y negacioncita del Holocausto que propugna para Estados Unidos un rgimen similar al de los talibn afganos pero fundamentado en la religin catlica en lugar de la musulmana.

West ha declarado en varias ocasiones -para luego desmentirlo- que le ha sido diagnosticado trastorno bipolar, as que sus afirmaciones podran atribuirse a la fase de mana de esa dolencia. Asimismo, ha admitido que fue adicto a los opiceos -frmacos con un enorme poder adictivo, que estn causando una crisis sanitaria apocalptica en EEUU- tras una liposuccin a la que se someti en 2016 porque no quera que me llamaran gordo. As que sus afirmaciones podran ser atribuibles a un problema clnico. En todo caso, esa puede ser una explicacin, no una justificacin. Sus afirmaciones son un acervo de estupideces que daran para llenar un libro casi tan gordo como Mein Kampf.

Aqu van algunas de las ms recientes, lanzadas en el programa de Alex Jones dentro de la web de ultraderecha Infowars: Todo ser humano, pero especialmente Hitler, tiene algo de valor que poner sobre la mesa; Me gusta Hitler; Soy nazi; Tenemos que dejar de despreciar a los nazis; Mis cuentas han sido inmovilizadas en los bancos judos; No estoy yo por la cosa sa de los judos. West tambin hizo una incursin en la ciencia histrica al afirmar que es incorrecto decir que Hitler matara a seis millones de judos (de hecho, hay un debate acerca de si el nmero de personas asesinadas de esa comunidad fue de cinco o de seis millones, como si eso condicionara el juicio moral a la hora de evaluar la monstruosidad del Holocausto).

GETTY

Al da siguiente, West colg en su cuenta de la red social Twitter una estrella de David con una esvstica en su interior. La respuesta del dueo de la empresa, Elon Musk, fue inmediata. West fue expulsado de la plataforma, pese a que Musk se ha autodefinido como un absolutista de la libertad de expresin, y, desde que compr Twitter, hace seis semanas, ha permitido el acceso a la plataforma a un considerable nmero de neonazis, racistas y promotores de teoras conspirativas de todo tipo. Musk justific su decisin porque, dijo, la imagen colgada por West era una incitacin a la violencia, aunque en realidad parece tratarse del smbolo de la comunidad raliana, una religin fundada en Francia en 1974 que afirma que la especie humana desciende de extraterrestres y entre cuyos mltiples desvaros no parece encontrarse -al menos, hasta la fecha- la apologa del nazismo.

Pero, si la parte de esta historia correspondiente a Kanye West es grave, la de la reaccin de una parte de la lite de Estados Unidos es preocupante. Porque la gran mayora del liderazgo del Partido Republicano no ha reaccionado ante las declaraciones de la estrella. Eso es significativo. Tenemos al ex presidente y candidato a las elecciones de 2024 cenando con un negacionista del Holocausto (Fuentes) y con una persona que se autoproclama nazi y admirador de Hitler en el Da de Accin de Gracias -la festividad ms importantes del ao en EEUU, por encima de Navidad o el 4 de julio- y nadie de su partido dice nada.

E incluido en ese nadie est Ron DeSantis, la gran esperanza de los republicanos anti-Trump, que es gobernador de Florida, el estado en el que, precisamente, se produjo la cena. DeSantis, siempre locuaz a la hora de criticar los excesos de las tesis woke en materia de gnero o raza, destacado enemigo de la multinacional del entretenimiento Disney por el apoyo de sta a esas tesis y detractor de las mascarillas contra el Covid-19, no ha encontrado un rato para pronunciarse al respecto. Lo mismo le ha pasado a gran parte de sus correligionarios. Incluso los que han hablado en contra de la reunin de West, Fuentes y Trump, lo han hecho tentndose la ropa.

El presidente tiene derecho a reunirse con quien quiera. Pero no creo que deba hacerlo con Nick Fuentes, ha dicho Kevin McCarthy, que espera ser nombrado presidente de la Cmara de Representantes el mes que viene. El lder de la minora republicana en el Senado, Mitch McConnell, ha sido un poco ms directo al declarar que Nick Fuentes no tiene cabida en el Partido Republicano. Tanto a McConnell como a McCarthy les llev exactamente una semana llegar a esas conclusiones. Y aun as, mencionaron a Fuentes -una figura marginal a la que no conoce absolutamente nadie- pero no a Kanye, que es una de las mayores celebrities de Estados Unidos y del mundo. Y una celebrity con audiencia. Kanye West tiene 50 millones de seguidores en Spotify y acaba de comprar la red social de ultraderecha Parler.

El Museo del Holocausto de Los ngeles ha informado de un aumento de los mensajes antijudos desde que la estrella del hip-hop decidi seguir el camino del nazismo.

Ese pasar de puntillas sobre las declaraciones de Kanye West plantea una pregunta incmoda: hasta que punto el nazismo est erradicado en EEUU o es una corriente ideolgica muy viva, pero que se mantiene por debajo del debate pblico? Y, ms all, se sirve el trumpismo de ello mientras los lderes del Partido Republicano miran hacia otro lado, no por simpata hacia su estrategia, sino por temor a que una posicin muy clara en ese sentido provoque nuevas escisiones en su electorado? A fin de cuentas, Alex Jones es uno de los grandes movilizadores del voto republicano a costa de defender locuras como que el asesinato de 20 nios de entre seis y ocho aos en Connecticut en 2013 fue un montaje del Estado (unas declaraciones por las que ha sido condenado a pagar 1.438 millones de dlares a las familias de las vctimas). Si aceptar esos mensajes manifiestamente falsos como tctica para movilizar a los votantes es licito, por qu no lo va a ser aceptar un poco de nazismo?

El silencio en relacin a West es an ms atronador cuando se entra en el terreno del mundo del entretenimiento. La empresa sueca Spotify, lder mundial de streaming, mantiene intactas las canciones de Kanye West. El mayor portal de vdeos del mudo, YouTube (propiedad de Alphabet, la duea de Google) va a rebaar de su plataforma, con exquisito cuidado, la entrevista de Alex Jones en la que el cantante lanz su alegato nazi, pero no va a tocar otros productos de Ye. Las dos grandes empresas de conciertos de EEUU y del mundo -Live Nation y Ticketmaster-, no han abierto la boca a la hora de decir si van a trabajar con West en futuras giras del artista. MRC Entertainment, la productora de, entre otros xitos, House of Cards, Ozark, y Ted, se ha convertido en la excepcin a la regla al cancelar un proyecto de documental con Ye.

Lo mismo cabe decir de la industria discogrfica. West tiene su propio sello, GOOD Music, pero Universal, el gigante holands del sector que distribuye sus grabaciones, no ha hecho ningn pronunciamiento acerca de su colaboracin con el autoproclamado nazi. La media docena de artistas que graban con GOOD tampoco ha dicho ni media palabra. Ms valenta han mostrado a la hora de censurar a West los lderes del Partido Demcrata. Claro que en su caso, ms que valenta, es clculo: criticar a todo el que se asocie a Trump es una carta vencedora para los demcratas que, adems, suelen recibir ms de dos tercios del voto judo.

La gran irona es que nadie ha ido tan lejos a la hora de condenar el nazismo de la estrella del hip hop como las empresas viejunas, presuntos smbolos del capitalismo rancio, con las que colaboraba. Kanye West ha perdido en tres meses contratos por cientos de millones de dlares con JP Morgan (el mayor banco el mundo por valor en Bolsa), la empresa de tienda Gap o el fabricante alemn de artculos deportivos Adidas. Eso ha costado a esas compaas cientos de millones de dlares en ventas y promocin, pero les ha evitado una pesadilla de relaciones pblicas. Sea como sea, han mostrado ms valor que los colegas msicos de West.

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