La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha cumplido con lo esperado y ha subido los tipos 50 puntos básicos, después de cuatro reuniones consecutivas con subidas de 75 puntos básicos. Con este alza se sitúa en el entorno del 4,25% al 4,5%, situando el precio del dinero en máximos de 2007, cuando la crisis financiera comenzaba a emerger.
A pesar de haber moderado las subidas, la Fed ha anticipado más subidas en las próximas reuniones. De hecho, el banco central ha elevado la tasa terminal, punto en el que pararán de subir los tipos, en el 5,1% desde el 4,6% de septiembre. En el comunicado de la Fed, el comité anticipa más subidas de tipos en las próximas reuniones para «lograr una política monetaria que se la suficiente restrictiva para regresar la inflación al 2%». No obstante, no adelanta el ritmo al que subirán los tipos, ya que tal y como explican, el comité «tendrá en cuenta el endurecimiento acumulativo, la posible desaceleración económica, la inflación y la evolución económica y financiera».
La subida de este miércoles llega un día después de que se hayan conocido los datos de inflación del país. En el mes de noviembre, el IPC se situó en el 7,1%, lo que confirmó una relajación en la subida de los precios. El de noviembre fue el quinto descenso consecutivo de la inflación e incluso la subyacente fue más baja, ya que se situó en el 6%. El objetivo a medio plazo de la Fed es situar la inflación en el 2%.
«La inflación sigue siendo elevada, reflejando desequilibrios de oferta y demanda relacionados con la pandemia, con mayores precios energéticos y de los alimentos y amplias presiones de precios», ha indicado la Fed, que ha señalado a la guerra de Rusia en Ucrania como un factor que está empujando la inflación al alza.
En esta reunión, la Fed también ha publicado la revisión de sus previsiones macroeconómicas. El organismo ha recortado su previsión de crecimiento del PIB para 2023 hasta el 0,5% desde el 1,2%. También ha elevado su previsión de tasa de paro hasta el 4,6%, anteriormente la situaba en el 4,4%. Por su parte, la previsión de la inflación ha empeorado hasta el 3,1% desde el 2,8% anterior.
Por otro lado, se ha mantenido sin cambios los planes de reducción del balance, reinvirtiendo los principales de la deuda que venza, a excepción de 95.000 millones de dólares cada mes, entre bonos del Tesoro y titulizaciones hipotecarias.