La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha conseguido liberar a tres personas secuestradas por un cartel mexicano. La operación se ha llevado en colaboración con la Unidad Especializada de Combate al Secuestro (U.E.C.S) de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Chihuahua.
Los tres liberados, ciudadanos nicaragüenses residentes en Madrid, partieron hacia su país en septiembre con la intención de cruzar a Estados Unidos. Fueron a parar a Ciudad Juárez, donde comenzó su infierno.
Para asegurarse cruzar la frontera, los tres, una pareja de 25 años de edad él y 34 ella, junto con el hijo menor de esta segunda, contrataron lo que en la zona se conoce como «coyotes«, una organización criminal que cobra elevadas sumas de dinero para pasar inmigrantes por la frontera.
Tras un periodo por varios países fueron abordados por el Cartel de Nuevo Juárez a punta de pistola. Los investigadores tienen conocimiento de que al menos habrían pasado por tres ubicaciones distintas.
No estaban solos. Durante los 53 días que duró su cautiverio compartieron estancia con un centenar de personas, todas ellas en la misma situación. Los agentes describen las condiciones como «inhumanas».
Durante su cautiverio, las víctimas eran sometidas a continuas agresiones, siendo obligadas a contactar telefónicamente con sus familias, demandándoles a éstas dinero para su liberación, todo ello bajo fuertes amenazas de asesinato por parte de los captores.
La Guardia Civil tuvo conocimiento de la situación a través de la madre del joven de 25 años, ciudadana española residente en Madrid.
La mujer recibió comstantes llamadas, de día y de noche, amenazándola con que los matarían si no pagaba. Como prueba de vida hacían videollamadas. Hasta 19.000 euros llegó a pagar antes de ponerse en contacto con el Instituto Armado.
Las amenazas iban desde torturar y desmembrar hasta matar a las víctimas si no se satisfacían los pagos exigidos, llegando incluso a enviar vídeos en los que se agredía a los cautivos con pistolas eléctricas.
Fue entonces cuando la maquinaria de la Benemérita se puso en marcha. Empezaron los contactos con las autoridades mexicanas, así como el acompañamiento y asesoramiento a la denunciante en las negociaciones con los secuestradores de manera continua desde su propio domicilio, agentes especializados de la Unidad Central Operativa y de la Comandancia de Madrid, pudieron corroborar la gran agresividad y desprecio hacia la vida mostrada por los captores.
De manera paralela, se mantuvo un constante intercambio de inteligencia con las autoridades mejicanas, en aras de la localización y liberación de los secuestrados.
De esta manera, a principios del pasado mes de diciembre se constató la liberación de estas tres personas en las proximidades de la frontera de EE.UU, en un razonable buen estado de salud, todo ello sin que la familia de los secuestrados realizara ningún nuevo pago desde que pusiese los hechos en conocimiento de la Guardia Civil.