El tráfico de cruceros en España va viento en popa. Al menos, en lo que a escalas de barcos se refiere. Según los últimos datos del organismo Puertos del Estado, el año 2022 cerró por encima de las cifras prepandemia con 4.525 frente a 4.236 registradas en 2019. Sin embargo, los pasajeros todavía estaban un 20% por debajo, con más de 8 millones frente a los más de 10,6 del último año antes del Covid-19.
La crisis del coronavirus asestó un fuerte golpe a este segmento turístico, debido a las restricciones sanitarias e incluso a la prohibición de navegar que decretó el Gobierno. Ahora parece que el negocio remonta el vuelo y las navieras vuelven a apostar por nuestro país como destino.
Si bien aún no tenemos los datos de cierre del año en cuanto a huéspedes se refiere, 2022 fue un año clave para el sector de los cruceros», dice Alfredo Serrano, director de CLIA en España, la asociación internacional de líneas de cruceros.
¿A qué se debe el crecimiento? «Más allá del indudable atractivo de nuestro país y del trabajo de promoción que las autoridades portuarias están realizando para atraer a las compañías, puede estar también relacionado con las estrategias de las navieras derivadas del cierre de algunos mercados por la pandemia y la situación geopolítica», explica Serrano.
El pasado verano estaba ya casi el 100% de la flota operando, acompañado de un incremento de la demanda. Las ganas de viajar se están dejando notar y una encuesta de la asociación refleja que el 89% de los cruceristas españoles encuestados tendría la intención de volver a realizar un crucero en los próximos años y el 79 % en los próximos dos años, un incremento de tres y cinco puntos respectivamente frente a 2019.
Según Serrano, el pasado 2022 ha jugado un papel capital de cara a que la industria pueda recuperar en 2023 un volumen de pasajeros próximo al de 2019, cuando casi 30 millones de personas disfrutaron de esta opción vacacional. En base al informe Perspectivas de la industria de cruceros 2022, «esperamos que en 2026 este volumen sea un 12 % superior al alcanzado en 2019», abunda Serrano.
Algunas navieras como MSC reconocen que «los buenos números con los que hemos cerrado el 2022 nos demuestran que los viajeros van a seguir con ganas de descubrir mundo». Su estrategia pasa ahora por «generar volumen de ventas y seguir aumentando el número de escalas y de puertos de embarque en España para atraer al viajero tanto nacional como internacional y aumentar el número de pasajeros en un 30% respecto al año anterior».
En este sentido, desde la compañía remarcan que su un soporte financiero sólido les permite diversificar las necesidades de cada uno de los mercados y elaborar una estrategia específica para ellos, apoyándose en el resto. Y anuncian que para conseguir sus planes en España, «una de las medidas será mantener los precios de nuestros cruceros para que el panorama económico no se traslade a los pasajeros y estos puedan seguir disfrutando de sus vacaciones».
La vuelta a una cierta normalidad ha supuesto un balón de oxígeno para las compañías navieras, que durante muchos meses tuvieron sus flotas atracadas, haciendo frente a altos costes fijos y con el consiguiente impacto económico. También lo notan las localidades costeras estrechamente vinculadas a la actividad de cruceros y todas las compañías de la cadena de valor.
«Según los datos que manejamos, se estima que la industria de cruceros obtuvo una facturación de casi 6.000 millones de euros y generó más de 50.000 puestos de trabajo en España en 2019. En definitiva, estamos ante un turismo de calidad», enfatiza.
El puerto de Barcelona
Barcelona es el principal puerto de cruceros de España y de Europa y un referente a nivel mundial. En 2022, recibió 807 escalas, en línea con su tendencia, y poco más de 2,3 millones de movimientos de pasajeros, unos 800.000 menos que en 2019.
Ahora mismo, «es muy significativo cómo el porcentaje de escalas de puerto base, es decir, cuando los huéspedes comienzan y finalizan su viaje, es superior a las escalas en tránsito», recalca Serrano. «La principal consecuencia es que el impacto económico para el territorio, la capacidad de la industria para generar riqueza, se incrementa y abarca a un mayor número de actividades», añade.
Por ejemplo, el MSC World Europa hará escalas en el puerto de la ciudad condal para itinerarios de Mediterráneo Occidental durante todo el verano, que traerán la apuesta en sostenibilidad de la compañía a la costa española.
Cerca de ese enclave, también crece el negocio para MSC. La compañía ha presentado Tarragona como puerto de embarque para esta temporada; y el posicionamiento de MSC Lirica en Málaga y Alicante en temporada de invierno, ciudad que se consolida como puerto de embarque y donde MSC Cruceros prevé realizar un 72% más de escalas que en 2022.
Adicionalmente, en 2023 MSC Cruceros volverá a ser la única compañía que ofrecerá dos barcos semanales en la ciudad de Valencia durante el verano. También, en la ciudad valenciana y en Málaga abriremos vuelos hacia el Norte de Europa y el Mediterráneo Oriental, lo que facilita enormemente la logística de las familias que desean disfrutar de un crucero en otras latitudes.