La encrucijada en la que se encuentra la Reserva Federal de EEUU vuelve a ser, otra reunión más, complicada. El organismo monetario quiere rebajar la inflación al 2%, siendo su su único objetivo a corto plazo. Es decir, la sombra de una recesión económica parece que no pesa entre los miembros de la Fed, que muestran su tono más hawkish (agresivo) otro encuentro más. El mercado espera una nueva subida de 75 puntos básicos y no descartan otra nueva subida en noviembre.
La inflación de EEUU se situó en agosto en el 8,3% interanual, moderándose desde julio, pero situándose dos décimas por encima de las expectativas. El Producto Interior Bruto (PIB) de Estados Unidos se revisó ligeramente al alza hasta el -0,6% desde el -0,9% de la primera estimación publicada en julio, según datos de la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio americano. El consenso esperaba una contracción del -0,8%. En el primer trimestre, el PIB real disminuyó 1,6%.
Ante esta situación, la Fed tiene que decidir si tirar para delante con la subida de tipos o rebajar su tono para proteger la economía. Paolo Zanghieri, economista senior de Generali Investments, asegura que la Fed aún tiene mucho trabajo por hacer, “sobre todo, por el dato del IPC subyacente”. Por ello, considera que habrá una subida de tipos del 0,75%, aunque no descarta que el alza sea del 1%, “vemos un riesgo significativo de que la Fed sea más audaz”. Para noviembre sí que se muestran más cautos y espera una subida de 50 puntos básicos y de 25 en diciembre. Con toda esta previsión se espera que los tipos de interés se sitúen en el 4% hasta principios de 2024.
“El endurecimiento de la postura también reduce las probabilidades de que la Fed pueda lograr un aterrizaje suave”, apunta el economista que tras el repunte del tercer trimestre, esperan que la actividad se desacelere y que se produzca una leve contracción del PIB en el segundo trimestre de 2023, “lo que dejaría el crecimiento global del próximo año en territorio positivo sólo por un pequeño margen”.
Por su parte, Raphael Olszyna-Marzys, economista internacional de J. Safra Sarasin Sustainable AM, coincide en la subida de 75 puntos básicos en esta reunión y pronostica la misma subida para la reunión de noviembre. “Es más, sus nuevas proyecciones deberían indicar que la lucha contra la inflación será más dolorosa de lo que se había previsto”, asegura, pero confían en que la inflación descienda más rápidamente el próximo año, pero por el momento, “es poco probable que Jay Powell se desvíe de su postura de halcón”.
Mark Holman, gestor de TwentyFour AM (Boutique de Vontobel AM), afirma que la inflación sigue siendo la principal preocupación del mercado: “Esto supone un escalofriante recordatorio de que la guerra contra la inflación aún no se ha ganado”. A pesar de que algunos esperan subidas del 1%, su hipótesis sigue siendo una subida de 75 puntos básicos, pero dado que la inflación impulsa las expectativas de los tipos, “parece que deberemos esperar un poco más antes de que la volatilidad sobre los tipos disminuya”.
Considera que los tipos estarán en el 3,25% a final de año, aunque matiza que si la inflación sigue al alza “esa afirmación no será válida”, pero confía en que el pico de la inflación está muy cerca “y es probable que se reduzca a medida que el año llega a su fin”.
Sin embargo, Gilles Moëc, economista jefe en AXA Investment Managers, apunta que “el pico de inflación de Estados Unidos sigue siendo difícil de alcanzar, lo que exige otra subida enorme de los tipos de interés de la Fed esta semana”. En palabras de Gilles Moëc: “La caída en las expectativas de inflación a largo plazo debería brindar algo de tranquilidad a la Fed, lo que indica que el banco central ha recuperado toda su credibilidad, pero su análisis sugiere que las expectativas a corto plazo aún elevadas son más importantes para la dinámica de salarios y precios. Todo esto requiere otra caminata gigante esta semana”. En este contexto, añade: «Si bien los «factores exógenos» de la inflación continúan disminuyendo, la presión interna continúa acumulándose».
Javier Molina, analista senior de mercados para la plataforma de inversión en multiactivos eToro, explica que la caída del impulso global al crédito en las cinco mayores economías del mundo es la mayor en más de 20 años. «La historia sugiere que, a continuación, son los resultados empresariales y la actividad económica los que verán ajustes similares», avisa Javier Molina.
Para Joachim Fels, director General y Asesor Económico Global de PIMCO, la Fed llegará a unos tipos del 4,25%, pero matiza que “está claro es que la tarea no puede llevarse a cabo sin infligir más dolor”. De hecho, asegura que se necesitará más dolor en los mercados financieros porque las condiciones financieras son el mecanismo de transmisión de la política monetaria, y es probable que se produzca a medida que los bancos centrales sigan subiendo los tipos y la Fed reduzca su balance. «El dolor en el mercado laboral en forma de aumento del desempleo es necesario para evitar una mayor aceleración de los salarios, y es probable que se produzca en respuesta al endurecimiento pasado y futuro de las condiciones financieras», apunta.
A pesar de un probable aterrizaje forzoso en forma de recesión en las economías de mercado desarrolladas, «parece muy improbable que los bancos centrales pasen rápidamente de las subidas a las bajadas de tipos, salvo que se produzca un gran colapso financiero o una enorme «desinflación inmaculada» de la nada», concluye.