El declive de las Humanidades reta a los centros y profesores a encontrar nuevas vías para evitar el deterioro de la enseñanza
A finales del siglo XIX Friedrich Nietzsche estaba agobiado por las prisas en un mundo que se abría a la modernidad. Añoraba el valor de la lentitud y destacaba la importancia de ejercer con calma la lectura. “Precisamente ahora es más necesario que
Hazte Premium desde 1€ el primer mes
Aprovecha esta oferta por tiempo limitado y accede a todo el contenido web
¿Ya eres Premium? Inicia sesión