Miguel Sebastián, economista y ex ministro de Industria y Turismo, vivió la pandemia de Covid como pocos. Al poco tiempo de que sonaran los casos de la misteriosa neumonía en China empezó a seguir sus datos. Asegura que es algo que hace con todas las epidemias, así que empezó a seguir los casos de China y su primer susto fue estadístico.
“Había que mirar hacia el crecimiento y el crecimiento será absolutamente exponencial”, asegura Sebastián a El Independiente. “Era imposible que no llegará el Covid sin controles de fronteras», añade. Con esa certeza se convirtió en portavoz de malas noticias, primero en Twitter y luego en televisión. Ahora publica El virus interminable (Ediciones B) en el que relata su seguimiento de la pandemia. En aquellos primeros momentos en los que era de las voces que advertían de la severidad del problema que nos acechaba recibía llamadas de empresarios que le preguntaban si quería acabar con la economía del país.
“En las redes me acusaban de que yo no era epidemiólogo y se preguntaban qué hacía yo opinando cuando la OMS [Organización Mundial de Salud] decía que no había que preocuparse”, recuerda. “Era el momento en el que hablábamos de que el virus era como una gripe y de que no pasaba nada”, añade.
Me temo que la gente se ha quedado con la copla de que esto al final no era tan gordo
Miguel Sebastián continuó aferrado a los datos y en base a ellos tuiteaba y opinaba en televisión. Con la pandemia más avanzada pasó de ser el que metía miedo a la población a ser acusado de minimizar el Covid. “Jugué un papel mucho más optimista porque la gente estaba horrorizada y pensaban que todos íbamos a morir, y yo decía esto acabaría y que había que mirar el ritmo de los casos que en algún momento se reduciría, como ocurrió”.
En su libro Miguel Sebastián aborda cómo la pandemia de la gripe A fue una sobreactuación necesaria, cuando Sanidad compró millones de dosis de vacunas que no se necesitaron al final. ¿Hemos aprendido algo de esta pandemia o nos vamos a quedar con que no ha sido para tanto?
“ Yo esperaría que hubiéramos aprendido para reaccionar. Pero me temo que la gente se ha quedado con la copla de que esto al final no era tan gordo como para pegar el cerrojazo que se pegó”, reflexiona. Además el cerrojazo no fue tal, según Sebastián el confinamiento en España fue asimétrico. “Fue durísimo para los que estuvimos encerrados, pero a diario había 17 millones de personas que pululaban por las calles, no fue un confinamiento como en China”, añade.
En su balance de la crisis el ex ministro es muy duro con Sanidad, cree que su gestión de la crisis fue muy mala “el confinamiento, el desconfinamiento, la gestión de las olas, la estadística, los test: un desastre. Ha quedado demostrado que el Ministerio de Sanidad es débil con la descentralización en las Comunidades Autónomas”, sostiene.
Sin embargo Sebastián aprueba la gestión económica. “El diagnóstico fue bueno, todo es mejorable, está claro, pero ha sido mucho mejor que la sanitaria. El error fue plantear la pandemia como un dilema entre salud y economía, cuando lo que es bueno para la salud acaba siendo bueno para la economía”. Su diagnóstico de España vale para Europa, “la parte económica bien, pero la sanitaria mal, salvo la compra de las vacunas que eso salió bien, pero no se controlaron las fronteras de Europa de una manera efectiva”.
Liberalismo víctima del Covid
En el análisis económico de la pandemia, Sebastián considera que el covid ha sido el remate sobre el liberalismo y “el desmadre financiero y desregulado que provocó la crisis financiera de 2008”. “La gente quiere que en caso de un acontecimiento tan serio, tan preocupante como una pandemia, haya alguna intervención pública centralizada y cuanto más centralizada y enérgica mejor”.
Los ultraliberales fueron negacionistas del virus y serán del cambio climático
En plena transición energética Sebastián cree que también se han dado dos golpes importantes a la globalización; la crisis de dependencia de suministros que puso en evidencia la pandemia y la penalización de la huella de carbono que hace más importante la proximidad. “La lucha contra el cambio climático va a premiar la producción de proximidad, porque va a estar penalizad el comercio de larga distancia por las emisiones del transporte”, asegura
En su opinión si alguien ha le ha sentado mal la pandemia es a los ultraliberales. “Fueron negacionistas del virus y serán del cambio climático porque estos retos requieren de la intervención pública y como eso lo aborrecen niegan la mayor; para ellos no existe la pandemia, ni existe el cambio climático”.