La pandemia del coronavirus hizo que muchas empresas no pudieran afrontar su actividad, por lo que su negocio sufrió grandes consecuencias. Para paliar, dentro de lo posible, estos efectos, el Gobierno de España puso en marcha una línea de crédito con aval ICO de hasta 140.000 millones de euros. Las condiciones eran ventajosas para ayudar a las empresas a contar con liquidez para seguir con la actividad. Los bancos aplicaron moratorias y carencias de pago del principal para facilitar la devolución. Sin embargo, una vez que han parado esas medidas de alivio, la morosidad ha crecido. En 2022, los impagos de estos créditos aumentaron un 177%, según los datos del Banco de España.
En total, el importe dispuesto vinculado a créditos a empresas con aval ICO descendió durante el año pasado, pero empeoró su calidad crediticia, tal y como señala el Banco de España en el informe de Estabilidad Financiera de primavera. Concretamente, el importe de estas operaciones experimentó un descenso interanual del 11,3% en diciembre de 2022. A pesar de esto, los activos dudosos aumentaron un 78,8%.
Entre esos activos dudosos están los morosos, es decir, los que ya han incurrido en impago objetivo, que son los que preocupan y los que más han aumentado, un 117% en tasa interanual. El otro grupo que está dentro de los dudosos es el de no morosos, que son los que no han impagado, pero los deudores tienen características que hacen pensar que tienen una probabilidad significativa de que lo hagan. El crecimiento de este grupo ha sido del 29,6%.
Estos créditos dudosos suponen entre 5.500 y 6.000 millones de euros. Carlos Pérez Montes, director de Estabilidad Financiera y Política Macroprudencial del Banco de España, explica que la distribución entre los dos grupos es homogénea. Esta cantidad ha hecho que la ratio de los créditos dudosos haya aumentado al 7,1%. Ángel Estrada, director general del mismo departamento, señala que este aumento se debe a que es una cartera cerrada, que tiene mucha amortización. Por otro lado, la proporción de crédito con aval ICO calificada en vigilancia especial descendió 0,8 puntos porcentuales hasta el 19,6% del total.
“Ya no tienes más entradas y tienes salidas, entonces existe una alta probabilidad de que las salidas que se producen sean de préstamos buenos”, señala Estrada, por lo que se queda en cartera son los dudosos e incluso los morosos. De hecho, Pérez Montes señala que de haberse mantenido la cartera constante, la ratio de dudosos hubiera sido del 6,3%, estable respecto al año anterior. No obstante, los créditos ICO morosos han subido con fuerza.
La ratio de morosos de los créditos ICO es superior a toda la cartera de préstamos a empresas, que actualmente está alrededor del 4,5%. Este aumento se debe, tal y como ha explicado Estrada, a que se concedieron a sectores con más riesgo debido a la pandemia como fueron la hostelería y el comercio. Este peor comportamiento entra dentro de las expectativas de despliegue del programa de garantías ICO porque estaba orientado a las empresas que afrontaban la crisis sanitaria de 2020-2021 con una posición financiera más débil y que se verían más afectadas por esta, en particular por la naturaleza de su actividad sectorial.
Evolución del crédito
Por lo que respecta al crédito general, los dudosos (de familias y empresas) han ido mejorando, su ratio es del 3,5%, cifra que no se veía desde 2008. Por lo que respecta, a los créditos en vigilancia especial ha habido un ligerísimo aumento hasta el 7% y aún está por encima del punto de referencia de 2019. Sin embargo, sí que han caído en referencia al máximo que se llegó en la pandemia.
Por lo que respecta a lo que esperan desde el Banco de España, Estrada ha explicado que la evolución sea estable en la concesión de crédito, pero con la lupa puesta en que no se produzcan restricciones. Hasta el momento, ha señalado que “estamos observando reducciones en hipotecas y en préstamos a empresas», pero por una caída de las peticiones por parte de los clientes. Durante 2022, los criterios de concesión de crédito nuevo tanto a hogares como a empresas se endurecieron y esperan que lo siga haciendo.
Durante el primer trimestre del año, la previsión ha sido de un mayor endurecimiento de los criterios de concesión, que se ha podido ver incrementado por las turbulencias bancarias de marzo. Por lo que respecta al crédito a empresas ya se contrajo durante el año pasado debido al endurecimiento de los criterios de concesión. Esto se debería a una mayor percepción de riesgo por parte de las entidades por el deterioro de las previsiones macroeconómicas, y a un aumento de sus costes de financiación debido a la normalización de la política monetaria, admite la documentación.
Por otra parte, la demanda de crédito hipotecario por parte de los hogares se contrajo de manera importante en los últimos trimestres. Esto sería consecuencia del aumento de los costes de financiación y de un deterioro de la confianza de los hogares.