Faltan solo dos días para disfrutar un año más del maravilloso espectáculo del festival de Eurovisión. Martes y jueves las dos semifinales serán la antesala del sábado más importante del año para millones de eurofans. Hoy no podía perder la oportunidad de entrevistar, antes de salir rumbo a Liverpool con la maleta llena de ambiciones, a María Eizaguirre Comendador (MEC), directora de Comunicación y Participación de RTVE que ha sido, una de las grandes propulsoras del Benidorm Fest, responsable de revitalizar el Festival de Eurovisión en España y de devolver a todos los eurofans la ilusión de volver a ganar el micrófono de cristal.
La carrera de María ha estado llena de éxitos. Editora de varios informativos en televisión española, premio Antena de Oro de Radio 2005 por el programa Protagonistas, embajadora de honor de Inspiring Girls y Top 100 Mujeres Líderes en su décima edición, son solo algunos de los hitos de la carrera de una líder que se enfrenta a todos los proyectos que emprende con enorme pasión y responsabilidad.
Después del magnífico tercer puesto de Chanel en 2022, la delegación española sale para el Reino Unido con la propuesta de Blanca Paloma y su ‘Ea Ea’. ¿Será el año del triunfo para España?
P.- Buenos días María, tomamos este café esta mañana con la mirada puesta a Liverpool. Martes y jueves las semifinales del Festival de Eurovisión y sábado 13 de mayo la gran final. ¡Yo y todos los eurofans ya estamos de los nervios!
R.- Todo ya preparado… Este domingo se despliega la alfombra turquesa y da comienzo oficialmente la nueva edición de Eurovisión.
P.- ¿Iluisionada, emocionada o con qué sentimientos emprendes este viaje hacía Liverpool?
R.- Ilusión sin duda a paladas. Han sido muchos meses de trabajo muy duro. Toda la Corporación de RTVE se ha puesto a remar con un objetivo claro: llegar a Liverpool en las mejores condiciones posibles. Y como siempre digo… los pies en la tierra y el corazón entre las nubes… siendo conscientes de que es muy difícil pero que llegamos a la meta con los deberes hechos.
P.- María, sabes que soy muy eurofan y de toda la vida sigo Eurovision y las preselecciones de los países más importantes. Tengo que reconocer que muy pocas veces, o nunca, he visto un esfuerzo tan extraordinario de apoyo de una candidatura como el despliegue impresionante que habéis realizado con Blanca Paloma y ‘Ea Ea’. Habéis paseado su canción por Israel, Londres y mil otros sitios.
R.- La campaña hacia Eurovisión ha sido muy intensa y los resultados son evidentes. Es fundamental llegar al concurso con una canción que toda Europa conozca. Eso en el mundo de la comunicación es lo más difícil que hay… Hacer marca. Y creo que RTVE de nuevo ha sabido promocionar por todo lo alto a nuestra representante. Blanca Paloma es ya la arquera del viejo continente, ha logrado pellizcar los corazones y ganarse el cariño del público. Ahí está incluso el apoyo de los Reyes con ese encuentro que tuvimos en Arco y que dio la vuelta al mundo. Por no hablar del maravilloso reportaje fotográfico que realizamos en el Museo Del Prado con Valero Rioja y los estilismos liderados por Raul Amor con propuestas entre otros diseñadores de Isabel Zapardiez, Anmargo o Lucía Cano. Paola de Diego, al igual que en el Benidorm Fest, será la encargada de vestir a Blanca en la final.
P.- ¿Te atreverías a darme tu previsión de la canción ganadora o decirme quienes son tus favoritos?
R.- Prefiero ser prudente. Los nombres están ahí y creo que todos se merecen un respeto. Lo bueno es que España cuenta con el apoyo y el cariño sincero de toda Europa. Eso ya es una victoria. Desde mi punto de vista Eurovisión, para cualquier artista, es una grandísima oportunidad, un “elevator pitch” de Champions. Nadie te ofrece en tan solo tres minutos una audiencia de 200 millones de personas. Cualquiera que pise el escenario, en este caso en Liverpool, ha ganado.
P.- El tercer puesto de Chanel en Eurovisión, una propuesta que usted siempre defendió, ha marcado un antes y un después de este concurso. ¿Qué ha representado el enorme éxito cosechado el año pasado?
R.- Fue un tercer puesto que supo a victoria. España entera cantó los puntos como si fueran goles, y lo que es más importante sirvió para que la música española logrará recuperar el lugar que le corresponde. De nuevo nuestro país está en las quinielas, nos miran con respeto y aplauden nuestra determinación. Somos, en definitiva, un rival a tener en cuenta. Y prueba de ello es que este año hemos podido celebrar la incorporación de Ana María Bordas al grupo de referencia de la UER.
P.- Con Eurovisión y el Benidorm Fest has tenido que confrontarte con el mundo de los artistas y de sus ‘egos’. ¿Cómo lo llevas? ¿Hay mucha diferencia entre los ‘egos’ en el mundo de la política y empresa y los del mundo del espectáculo?
R.- Los artistas son personas como cualquiera de nosotros. La suya es una profesión muy complicada, con unos niveles de exigencia que, desde mi punto de vista, a veces son difíciles de aguantar. Por eso en su mayoría están hechos de una pasta especial. Son valientes y al mismo tiempo muy sensibles. Siento un gran respeto por el trabajo que realizan y la forma en la que hacen frente a las dificultades.
P.- ¿Algún día volveremos a llevarnos el micrófono de cristal? ¿Cuánto sería de importante para RTVE y para España?
R.- Estoy convencida, pero puedo decir más. Esta casa, RTVE en su conjunto y muy especialmente el área de Contenidos y Comunicación, estamos trabajando codo con codo para hacer realidad ese sueño. Eurovisión es un proyecto compartido que va más allá de la Corporación. Es un proyecto de país en el que absolutamente todos los medios de comunicación -grandes y pequeños- están poniendo su granito de arena para que nos traigamos el micrófono de cristal. Así que cuando eso ocurra será una victoria de todas las personas que simplemente aman la música y que con su apoyo (activo en otros medios o simplemente con comentarios en redes) han ayudado a que se haga realidad.
P.- Ya sabes lo importante que es el festival de Sanremo en Italia y las datos de audiencia tan alucinante que este festival tiene todos los años, desde hace más de setenta años. También sabes que yo he sido siempre muy crítico sobre las preselecciones que se organizaron en el pasado en TVE y, sin embargo, he apoyado desde el primer día el ambicioso proyecto del Benidorm Fest. ¿Cómo nació el proyecto de Benidorm Fest y qué ha representado para TVE?
R.- El Benidorm Fest se ha convertido en tan solo dos años en un festival de referencia. Nos queda todavía mucho camino por recorrer y lo importante es que los pasos que demos sean adecuados y encaminados a seguir fortaleciendo el proyecto. Paso a paso pero convencidos de que el esfuerzo merece la pena. Este festival es una grandísima oportunidad para los artistas de nuestro país. De hecho, es el único concurso en el que todos los que se presentan ganan. Los números hablan por sí solos. Da igual quien quede en primera posición, el Benidorm Fest es un trampolín: Rigoberta Bandini, Vicco, Varry Brava, Tanxugueiras, Gonzalo Hermida, Sharonne, Megara, Sofía Martín…
P.- En 2022 la audiencia del Benidorm fest ha pulverizado récords, este año los datos han sido menos buenos. ¿Alguna autocrítica al respeto?
R.- Autocrítica siempre. Todo el que me conoce sabe lo exigente que soy -principalmente conmigo misma- , pero he de decir que la marca Benidorm Fest está más fuerte que nunca. La audiencia no es sólo televisión, y dentro de la televisión hay que saber leer los datos. El Benidorm Fest cuenta con unos porcentajes de penetración muy elevados en el público más codiciado y a la vez más difícil de conquistar: los jóvenes. Reconozco que nuestro objetivo es el de llegar a todos los públicos. Por otra parte hay que destacar la conversación en torno al festival en medios como TikTok o YouTube. Dicho esto, desde luego hemos tomado nota de todo lo que es mejorable. Aquí se trata de seguir sumando para ser altamente competitivos.
P.- En Sanremo compiten cantantes nuevos y hay nuevas propuestas, sin embargo compiten también cantantes y grupos muy consolidados. Un ejemplo claro es el ganador de este año, Marco Mengoni. ¿Es decisión vuestra o los cantantes ‘famosos’ de este país no quieren ponerse en discusión y arriesgarse a competir a ‘ganar’ o ‘perder´?
R.- Todos los artistas que se han presentado al Benidorm Fest son unos valientes. Valientes y generosos. Yo sólo tengo palabras de agradecimiento por haber confiado en este proyecto y haber dado un paso al frente cuando nadie sabía muy bien qué era eso del “festival que quieres”. Gracias a su entrega hemos logrado impulsar un formato en el que la música se convierte en una grandísima oportunidad. Lo decía antes, creo que en este país asociamos de manera errónea el triunfo con una determinada posición numérica. Y al mismo tiempo equiparamos el fracaso a no ganar. Es un tema cultural que debemos trabajar.
P.- Eurovisión ha tenido siempre un éxito extraordinario en el público gay y muchos consideran que ha sido un auténtico acelerador en tema de diversidad e igualdad. ¿Sigue teniendo Eurovision una función social e incluso política.
R.- Mayo es el mes de Eurovisión y es también el mes de la diversidad, en realidad todo está unido. Eurovisión es diversidad: somos distintos países, con distintas culturas, distintas lenguas… Unidos por un festival que es respeto. Da igual cómo seamos o cómo nos sintamos. La diversidad es un valor y eso en RTVE -y concretamente desde la dirección de Comunicación- lo tenemos muy en cuenta. Porque me gusta, porque nos gusta la diferencia.
P.- Con todo estos compromisos, ¿tienes tiempo libre?
R.- La verdad es que es un no parar. Mi trabajo requiere no solo de plena dedicación sino también de mucha autodisciplina para sacar adelante todos los proyectos. Es muchísimo trabajo aunque si te apasiona, como es mi caso, es una suerte. Con el paso de los años he aprendido a valorar el tiempo y lograr un equilibrio. La vida pasa rápido y lo que marca la diferencia son las personas que te acompañan en este viaje. Acostumbro a disfrutar de cada segundo, y te confieso que soy una persona muy afortunada, con una familia y un núcleo duro de amigos y compañeros a los que simplemente adoro. Soy quien soy gracias a todos ellos.
P.- Cuando pones la tele ¿qué te gusta ver?
R.- El festival que quieres, el que tú quieres (risas).
P.- Volviendo al festival, para 2024, ¿cuál es el Benidorm Fest que María Eizaguirre quiere? ¿Tendremos novedades, sorpresas? ¿Estáis trabajando ya en ello?
R.- Estamos trabajando a toda máquina y muy muy pronto habrá noticias.
P.- ¿Se atrevería María Eizaguirre a ser jurado del Festival de Sanremo en 2024?
R.- Los grandes retos siempre me motivan, el que no arriesga no gana.
P.- Por cierto, ¿cuáles son tus gustos musicales y con qué canciones nos sorprendería María Eizaguirre en un karaoke?
R.- Me temo que aquí hay poca sorpresa. Ya se me ha visto en Benidorm interpretando “Dime” de Beth, en los karaokes soy muy de la Pantoja o Julio Iglesias, en casa fan incondicional de Mecano, Fangoria o la Casa Azul, y si miramos fuera me quedaría con U2, Coldplay, los Rolling, Rem… La verdad es que para mi familia la música siempre ha sido muy importante. Hice solfeo, armonía, coral y 5 años de piano.
P.- María, no sé si eres consciente o no pero, como experto en comunicación e imagen y apasionado de la moda, tengo que reconocerte que tus estilismos no pasan desapercibidos y es evidente que cuidas mucho tu imagen y tu vestuario y, además, a menudo, te atreves con trajes de diferentes estilistas. ¿Qué importancia tiene para ti la moda?
R.- La moda es una forma más de comunicar. Hace tiempo tuve un “quesito” en Radio 5. Conocí gracias a este espacio radiofónico a grandes diseñadores que me enseñaron los secretos de un mundo muy importante en nuestro país. Y qué te voy a contar del bolso…
P.- Eres de San Sebastián, una de mi ciudades favoritas, además de la ciudad de mi familia política. ¿Echas de menos Donostia, La Concha y todos sus maravillosos rincones?
R.- Ser de San Sebastián imprime carácter. Una ciudad única la mires por donde la mires. Donde yo recupero la calma y simplemente soy feliz.
P.- María, acabo mis entrevistas siempre con una pregunta… ¿Qué sueños tienes?
R.- Conseguir traernos el micrófono de cristal.