El presidente cubano emprende una gira internacional, con parada en el Kremlin, a pesar de las posibles preocupaciones sobre la relacin de La Habana con Washington
Cuenta la leyenda cubana que Fidel Castro, en sus histricos viajes a Mosc, se protega de los besos fraternales de los camaradas soviticos con un puro Cohba, cuanto ms largo mejor, que incluso encenda en las escalerillas de bajada de su avin cuando a pocos metros divisaba a Leonidas Breznev o Andrei Gromiko. Al actual presidente, Miguel Daz-Canel, no le ha hecho falta un habano en el interior del Kremlin durante su gira internacional, que le ha llevado a Rusia por tercera vez, despus de Argelia y antes de Turqua y China.
Los riesgos que corre son ms geopolticos que otra cosa, al demostrar una vez ms su cercana a Mosc en medio de un acercamiento con Washington, que ha enviado a La Habana a funcionarios estadounidenses, y que incluso ha certificado los primeros acuerdos, hasta ahora de escaso peso, en materia migratoria. Incluso una delegacin bipartidista del Congreso de Estados Unidos anunci este lunes nuevos encuentros en La Habana con agricultores y funcionarios locales.
“Vivimos en un mundo complejo, bajo fuertes sanciones, y Cuba para nosotros es un pas con mucha experiencia en estos temas. Las sanciones contra Cuba y Rusia no pueden ralentizar la cooperacin econmica entre nuestros pases y los lazos entre nuestros partidos”, resumi Dimitri Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de la Federacin Rusa, durante su encuentro con Daz-Canel, previo a la cita con Vladimir Putin.
La asociacin estratgica entre ambos pases abarca acuerdos polticos, comerciales, econmicos, de inversin, culturales y “humanitarios”. Y las mejores “provisiones” que pueden proporcionar hoy a Cuba: hidrocarburos, trigo y fertilizantes.
Pese a la cercana entre ambos gobiernos, la influencia de los famosos “bolos”, como llamaban los cubanos a los soviticos durante las primeras dcadas del castrismo, no alcanza el nivel de antao, cuando La Habana dependa del cordn umbilical moscovita. La llegada al poder de Mijail Gorbachov y la cada del Muro de Berln provocaron en Cuba la primera gran crisis, el Periodo Especial, cuyas rplicas soporta el pueblo cubano en la actualidad.
“Esta alianza es un ejemplo, entre otros, de cooperacin autocrtica trasnacional, que afecta a los derechos humanos de los pueblos de ambas naciones, amplifica la erosin democrtica en Latinoamrica y amenaza la paz global“, destac el historiador Armando Chaguaceda, experto en revoluciones.
El elegido por Ral Castro para mantenerse al frente de la revolucin castrista tambin se abraz el lunes con Guennadi Ziugnov, presidente del Partido Comunista, y visit las instalaciones de Russia Today (RT), la televisin de Putin, cuyos contenidos tanto La Habana como Caracas expanden por todo el continente.
Los anfitriones rusos han agasajado desde el pasado sbado a la comitiva cubana, que adems participar en la inauguracin del monumento a Fidel Castro en la que plaza que lleva su nombre, situada en el distrito de Skol. Algo que no hara mucha gracia al lder supremo de la revolucin, que prohibi, incluso con rango de ley, que tras su fallecimiento se le erigieran estatuas o se impusiera su nombre a plazas y edificios en la isla.
“Ms all de todos los intentos de acercamiento a Cuba por parte de Washington y del trato diferenciado que le da la Unin Europea en el marco del Acuerdo de Cooperacin, Cuba sigue decidiendo cules son sus aliados y no le importa pagar el costo de estar aliado a alguien hoy tan impresentable. Cuba forma parte del muy pequeo grupo de pases, como Corea del Norte, Bielorrusia, Siria, Nicaragua que o bien votan con Rusia en la ONU o bien en contadas ocasiones se abstiene. En medio de una disputa geopoltica, de una guerra en Europa con impacto en las relaciones internacionales como no tena ninguna guerra en los ltimos 50 aos, Cuba est del lado agresor y desafa abiertamente no slo a Estados Unidos sino tambin a la UE que le ha tendido mano blanda”, subray para EL MUNDO Chaguaceda.
“Doble rasero” o simple contradiccin de los pases democrticos, como explica Chaguaceda, cuando incluso la UE “intenta recuperar terreno en Amrica Latina frente a Rusia y China”.
Maduro le prest el avin a Daz-Canel
Nicols Maduro ha prestado a su aliado cubano un Airbus 340 de la aerolnea venezolana Conviasa para que realice su gira internacional, que se prolongar durante 11 das, lo que ha provocado la protesta inmediata de la oposicin. “Quin paga esos vuelos? Dnde estn las cuentas pblicas de Conviasa? No tenemos dinero para arreglar los servicios pblicos pero tenemos para financiar viajes de un autcrata”, se quej Nicmer Evans, uno de los precandidatos para las primarias de la oposicin y antiguo dirigente chavista. Cada hora de viaje en el Airbus cuesta miles de dlares, aseguraron medios locales.
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