El Gobierno de Pedro Sánchez ha anunciado unas inversiones históricas para los estudiantes de nuestro país. El Ejecutivo ha puesto el foco en el gasto en las universidades y otros centros de enseñanza y duplicará el gasto al que tenía España en el mandato de Mariano Rajoy.
El importe de la beca que percibe un becario viene determinado por distintas variables: renta familiar, importe de su matrícula, excelencia en sus estudios y también por la ubicación de su residencia y la de su vivienda familiar.
Esta beca de residencia para estudios postobligatorios, es la que sufrirá un incremento el próximo curso. Alcanzará un importe de 2.500 euros, frente a los 1.600 del curso actual.
Estas becas tienen especial incidencia en familias de entornos rurales, particularmente de la España Vacía, cuyos hijos e hijas tienen que desplazarse y residir en otras ciudades para poder cursar estudios postobligatorios. Esto supone un sobrecoste para ellas y un factor de desigualdad entre las ciudades y las áreas rurales.
Un nuevo subsidio universal para para alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo, que tendrá un importe de 400 euros, y que se justifica por el hecho de que las familias con hijos o hijas que tienen estas necesidades asumen unos costes adicionales muy significativos para atender los requerimientos vitales de sus hijos e hijas.
El subsidio universal es compatible con la beca que cada estudiante pueda percibir en función de su situación económica familiar y las circunstancias personales de necesidad educativa especial.
Pueden optar a estas becas los alumnos que tengan cumplidos dos años, se encuentren escolarizados en cualquiera de los niveles educativos no universitarios, acrediten una discapacidad de, al menos, un 33 por ciento, o un trastorno grave de conducta o de la comunicación/lenguaje o del espectro autista (TEA) o bien sean alumnos de altas capacidades.
Según las previsiones de Moncloa, percibirán este subsidio unos 240.000 alumnos con necesidades educativas especiales.