Lima llama a consultas a sus embajadores en países que apoyan al ex presidente Pedro Castillo
El apoyo al golpista Pedro Castillo de buena parte del bloque de la llamada Patria Grande (izquierdistas, revolucionarios y populistas) y la defensa pública de otro grupo de países de la nueva presidenta constitucional, Dina Boluarte, ha provocado el primer cisma diplomático en la nueva era hegemónica de la izquierda en el continente.
“De acuerdo con la presidenta, he llamado para consultas en Lima a nuestros embajadores en Argentina, Bolivia, Colombia y México, en reacción a la intromisión en los asuntos internos del Perú de parte de las más altas autoridades de los aludidos países, cuyas declaraciones cuestionan la sucesión presidencial realizada en estricto apego a la Constitución del Perú y no se condice con los tradicionales lazos de amistad, cooperación y respeto mutuo que unen a nuestros países”, anunció este jueves la canciller Ana Cecilia Gervasi, quien fungió como viceministra de Exteriores en el último gabinete del maestro de Cajamarca.
De esta forma, las legaciones en esos países quedarán sin embajador y a nivel de encargados de negocios, como expresión de “nuestra molestia”, precisó Gervasi.
A los cuatro países aludidos, comandados desde el principio de la crisis por el mexicano Andrés Manuel López Obrador, se han unido en las últimas horas las revoluciones de Venezuela, Cuba y Nicaragua, más Honduras, que aprovecharon la Cumbre XXII de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) para declararse “vanguardia progresista de América” y certificar su apoyo a Castillo y a la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, condenada por corrupción.
Frente a la postura de fuerza de estos países se ha conformado otro bloque antagónico, que encabeza en la región el gobierno progresista de Chile y que cuenta con el respaldo firme de Estados Unidos y Canadá, además de Uruguay, Ecuador y Costa Rica.
Argentina ya ha mostrado su incomodidad en este pulso entre gobiernos que forman parte de la llamada marea rosa de la izquierda. “Perú es un pueblo hermano y lo único que esperamos es que la democracia funcione a pleno, se restablezcan los mecanismos democráticos con la mayor rapidez posible y se preserven los derechos y garantías”, declaró ayer la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, en lo que supone una desescalada en la confrontación emprendida hace días.
El apoyo del grupo de los cuatro y de las dictaduras latinoamericanas ha supuesto para Castillo un aliento internacional inesperado, algo que él mismo se ha encargado de subrayar desde el despacho del cuartel policial donde espera la inminente declaratoria de prisión preventiva. Una jornada crucial en la que no sólo se conocerá el destino inmediato del abanderado presidencial del partido marxista leninista Perú Libre (PL) y de sus principales colaboradores, como su Rasputín Aníbal Torres, quien reapareció en la sesión tras su huida del pasado fin de semana.
También se inició este jueves en el Congreso el debate sobre los distintos proyectos presentados para el adelanto de las elecciones generales, previstas para abril de 2024 en el caso de que se avance en un amplia reforma política y electoral o para el año que viene dadas las circunstancias excepciones que sufre el país andino.
“Aquí nos vamos todos, Ejecutivo y Legislativo”, avisó la presidenta Boluarte, quien insistió que la violencia no acabará con con su gobierno “legal y legítimo”.
Y es el que el desafío prosigue en regiones del sur del país, como Arequipa, Apurímac, Cusco o Ayacucho, pese a la declaración de un estado de emergencia que no contempla toque de queda por decisión gubernamental. Son ya nueve personas las que han perdido la vida en esta crisis, incluido un niño que no pudo llegar a Lima para someterse a una intervención quirúrgica por culpa del centenar de bloqueos que se han levantado en las carreteras.
El ministro de Interior confirmó el jueves que junto a los militares se han desplegado 140.000 policías, que de momento no han logrado impedir que se mantenga el asedio hasta en cinco aeropuertos. Uno de ellos es del Cusco, que se usa para visitar las ruinas del Machu Picchu. Son miles los turistas que se encuentran atrapados en las zonas andinas.
La Embajada de España en Lima ha recomendado a sus turistas y a los nacionales residentes que limiten al máximo sus desplazamientos y que aplacen sus viajes a Perú salvo absoluta necesidad.
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