Alberto Núñez Feijóo ha comparecido brevemente ante la prensa para valorar la convocatoria de elecciones el próximo 23 de julio. Tribuna que ha aprovechado para pedir «desde ya una mayoría clara, incontestable y contundente». Comparte el líder del PP la prontitud de la convocatoria. «Mejor cuanto antes», ha dicho tras recordar que él mismo pidió que las generales coincidieran con las locales y autonómicas de este domingo para no llevar a los españoles dos veces ante las urnas en apenas 54 días. En todo caso ha querido subrayar que convocar «elecciones inmediatas no oculta lo de ayer», en alusión a su triunfante 28-M y si bien Sánchez «quiere que los resultados pasen desapercibidos, yo no».
Tras felicitarse por un resultado que sitúa a su partido con unas enormes cuotas de poder territorial, ha advertido que «el sanchismo no ha sido derogado todavía» y España «está llamada a hacerlo en 54 días para expresar con nitidez qué camino quiere que emprenda nuestra nación». «Pido -ha agregado en una declaración leída- desde ya una mayoría clara, incontestable y contundente para iniciar un nuevo rumbo y dejar atrás cinco años para olvidar».
Feijoo advierte que «el sanchismo no ha sido derogado todavía y España está llamada a hacerlo en 54 días»
Con la resaca del triunfo electoral de este domingo, ha hablado de lo que considera «dañinas consecuencias» de un lustro de gobierno de Pedro Sánchez, primero en solitario y, más tarde en coalición con Unidas Podemos. «La España que no ha soportado este lustro de sanchismo no puede concebir otro cuatro años más. España no merece perder un minuto más en una política que genera desconfianza y hastío». A cambio dice ofrecer «un gobierno preparado», basado en la «moderación, serenidad y respeto institucional»
La intempestiva convocatoria de elecciones generales tras la derrota de Pedro Sánchez en las locales y autonómicas de este domingo no parecía entrar en los planes de los populares, aunque ya en la noche del domingo analizaron, y así lo recogió El Independiente, que la legislatura «está sentenciada». el anuncio les pilla con el partido engrasado y las mejores expectativas. Otra cosa es la variable de las negociaciones con Vox para articular mayorías alternativas en territorios como la Comunidad Valenciana, Aragón, Extremadura o Sevilla.
Abascal rebaja el tono tras la conversación con Feijóo
Sin embargo, los de Abascal también afrontan sus propios dilemas si se dedican a torpedear gobiernos del PP sólo por su empeño de entrar en coaliciones. Además, nunca les ha salido a cuenta los ultimátum a los populares, según la lección que extrajeron de las andaluzas. De hecho, ha habido ya un cambio de discurso. Vox ha pasado de advertir que iba a hacer valer todos y cada uno de sus votos, a bajar el tono. Y lo ha hecho el mismísimo Santiago Abascal, quien en rueda de prensa en la sede de su partido ha dicho que «no es el día de las exigencias, ni de los ultimátum ni de las palabras huecas», lo que da cierto respiro a los populares.
Muy probablemente hayan tenido que ver los mensajes que anoche intercambiaron Feijóo y Abascal para felicitarse mutuamente por los resultados y la conversación de esta mañana. Sin embargo, fuentes de Génova aseguran que no se ha hablado «ni un centímetro» de gobiernos de coalición ni locales, ni autonómicos ni, mucho menos, nacional.
Feijóo, que ha revelado que también telefoneó a Emiliano García Page por su triunfo en Castilla-La Mancha, ha dado a entender que preferiría que Ciudadanos no se presentara a las próximas elecciones generales tras desaparecer el mapa territorial español. «A los que no han entrado en nuestras listas piensen si son útiles para el cambio político en España o pueden perjudicarlo» ha sostenido para agregar que el escaso voto naranja ha impedido mayorías absolutas populares en algunos ayuntamientos y diputaciones.