El pasado 16 de diciembre se estrenó Avatar: El sentido del agua. Fue el mejor estreno en España desde 2019 superando los 7,3 millones de euros de taquilla en su primer fin de semana, y ya se ha convertido en la tercera película que más dinero ha recaudado en la historia del cine. 2,244,456,991 de dólares ni más ni menos. ¿Su duración? 3 horas y 12 minutos. Pero eso no le ha impedido triunfar.
¿Se hacen ahora películas más largas? ¿Los espectadores son capaces de estar durante 3 horas viéndolas? ¿Cuanta más extensión, mayor calidad? Las preguntas comenzaron a revolotear cuando el actor Eduardo Noriega compartió hace unas semanas en su cuenta de Twitter la duración de los títulos nominados a mejor película en los Premios Oscar 2023. De las diez nominaciones a mejor película, seis pasaban de las dos horas y cuarto: Los Fabelman (2h 31mins), TÁR (2h 38mins), Sin novedad en el frente (2h 23mins), la ganadora Todo a la vez en todas parte (2h 20mins), Elvis (2h 39mins), Avatar: El sentido del agua (3h 12mins), Ellas hablan (1h 44mins), Almas en pena de Inisherin (1h 54mins), El triángulo de la tristeza (2h 20mins) y Top Gun: Maverick (2h 11mins).
Pero, al parecer, películas largas ha habido siempre. Solo hace falta echar la vista atrás. Si retrocedemos a los Oscar 2021, de los ocho títulos que estaban nominados a mejor película, a pesar de no ser demasiado extensas, la mayoría pasan de los 90 minutos que por regla general suelen durar las películas. Cuatro de ellas sobrepasa las dos horas. El padre (1h 37mins), Judas and the black messiah (2h 36mins), Mank (2h 11mins), Minari (1h 55mins), la ganadora Nomadland (1h 48mins), Una joven prometedora (1h 53mins), Sound of metal (2h) y El juicio de los 7 de Chicago (2h 9mins).
Si miramos los Oscar 2022, la extensión de los títulos nominados a mejor película aumenta: Belfast (2h 25mins), No mires arriba (2h 25mins), El método Williams (2h 25mins), la ganadora Coda (1h 51mins), El poder del perro (2h 6mins), Licorice Pizza (2h 13mins), West side story (2h 36mins), Dune (2h 35mins), Drive my car (2h 59mins) y El callejón de las almas perdidas (2h 30mins).
¿Las películas son más largas de lo que eran hace décadas? Para Vicente Rodríguez Ortega, profesor titular del Departamento de Comunicación en la Carlos III y director del Máster de Guion en Cine y Televisión UC3M-Alma, que de los diez títulos nominados a mejor película en los Oscar 2023, seis pasen de las dos horas y cuarto, «es una coincidencia» y no es «precisamente nuevo». «Recordemos Titanic o La lista de Schindler, que son películas de duración larga», añade.
Las películas no están pensadas para ser consumidas en los cines, si no por un usuario en una plataforma de streaming que no la ve necesariamente de una sentada, que puede pararla y volver al día siguiente
Gabriel Ródenas, profesor de Comunicación Audiovisual en la Universidad de Murcia, cree que «aunque se mantenga la duración de películas más o menos estándar, de unos 90 minutos, sí que hay una ligera tendencia a películas de duración más extensa, que casualmente suelen coincidir con películas de presupuesto más elevado». Algo con lo que coincide Rodríguez Ortega. «Es un concepto que se inventó en la industria de Hollywood en los 70 a raíz del Tiburón y El exorcista, mejor invertir mucho más dinero en menos películas y maximizar el rédito comercial de estos sellos aunque fuesen más caros», explica el profesor.
«Por norma general las películas más largas tienden a ser aquellas de presupuesto elevado, tanto de superhéroes o ciencia ficción. Están destinadas a romper la taquilla», opina Ródenas. Cuando pensamos, en cambio, en una película romántica o familiar no pasan de la hora y media. «Pongamos una situación de una persona viendo una película familiar o romántica de 3 horas, probablemente hacer que la audiencia mantuviese las atención sería bastante difícil. En el género de acción o de superhéroes, ese continuo movimiento hace que el espectador esté pegado al sillón. El público medio aguanta la pirotecnia audiovisual, pero con una película familiar, para niños, por ejemplo, yo creo que es imposible», añade.
Tener mayor presupuesto ayuda a que la duración de la película se pueda extender, lo que hace que muchos lo vinculen con mayor calidad. Para Gabriel Ródenas, «la calidad no viene asociada a la extensión, ni en novela ni en película. A la mayor parte de las películas les sobra media hora, al igual que a la mayoría de las novelas les sobran 100 páginas», opina.
«Nos encontramos en una época en la que nuestra capacidad de atención está cada vez más mermada. Estamos acostumbrados a formatos más dinámicos, como los stories de Instagram, TikTok, los 240 caracteres de Twitter… Es un poco antiintuitivo intentar hacer que la gente mantenga la atención durante 3 horas», comenta el profesor. «Si a una persona joven le preguntas si prefiere ver una película de 3 horas o pasarse 3 horas viendo TikTok, probablemente nos sorprenderían diciendo que prefieren ver TikTok o cosas de un contenido más corto», añade.
Precisamente esto es lo que a muchos les choca: mientras los hábitos de consumo son más rápidos, las películas (no todas) siguen siendo largas. Precisamente aquellas nominadas o galardonadas en los premios, incluso las más taquilleras de la historia, son las más extensas. Lejos de los 90 minutos del formato «estándar», la mayoría dura dos horas.
En el ranking de las películas más taquilleras de la historia, todas pasan de las dos horas y cuarto: Avatar (2009): 2h 42 mins con un presupuesto de 237 millones y una recaudación de 2.923.706.026, Vengadores (2019): 3h 1min con un presupuesto de 356 millones y una recaudación de 2.799.439.100, Avatar: El sentido del agua (2022): 3h 12 mins, con un presupuesto de 250 millones y una recaudación de 2.244.456.991, Titanic (1997): 3h 14 mins con un presupuesto de 200 millones y una recaudación de 2.243.134.099, Star wars: el despertar de la fuerza (2015): 2h 15mins, con un presupuesto de 306 millones y una recaudación de 2.071.310.218, Vengadores: Infinity war (2018): 2h 36mins, con un presupuesto de 316 millones y una recaudación de 2.052.415.039.
Rodríguez Ortega recuerda que «las películas son menos largas de lo que parecen». «Cuando dices 2 horas y 10 minutos, en realidad la película dura 2 horas porque hay que quitar los 10 minutos de créditos», cuenta. «Si vas muy de vez en cuando al cine a ver una película, te da igual que dure 1 hora y media o 3 porque ya sabes que ya has «echado la tarde»«. Ahora la gente va a «películas eventos» como Top Gun o Avatar, que son una experiencia sensorial», cuenta.
Para las plataformas de streaming, lejos de preocuparles que los espectadores vean excesivas tres horas de películas, se «aprovechan» de cierta manera de este fenómeno. «Ahora las compañías no están preocupadas por el hecho de que pueda caber o no en un DVD. La gente ve las películas en el cine, pero también en las plataformas de streaming. Esto hace que la duración de las películas y los resultados de la taquilla no sean necesariamente tan relevantes como antes», explica el director del Máster. «Las películas no están pensadas tanto como antes para ser consumidas en los cines, si no para ser consumidas por un usuario en una plataforma de streaming que no la ve necesariamente de una sentada, que puede pararla y volver al día siguiente«, añade.
Precisamente tras las críticas que recibió El irlandés por su duración de 3 horas y media, un usuario compartió una opción para verla por partes como si fuera una mini serie. El profesor Gabriel Ródenas prevé así el futuro del cine, en el que las películas largas te indiquen dónde puedes parar para poder continuar en otro momento y no verlo necesariamente de una sentada.
Las películas de Bollywood, por ejemplo, tienen una duración media de unas tres horas y se proyectan con un descanso hacia la mitad de la película. Era una práctica muy habitual en los años 80. Ahora, ese intermedio se traslada a las casas y las plataformas de streaming, donde los usuarios deciden cuándo y cómo ver las películas. Como cuenta Rodríguez Ortega, los espectadores ven las películas que les gustan, duren hora y media o dos horas.