Tras una oleada de intensificación de la ofensiva entre Rusia y Ucrania, el Kremlin ha a acusado al Gobierno de Volodimir Zelenski de intentar matar al presidente ruso, Vladimir Putin, en un ataque premeditado con drones contra la sede gubernamental rusa. La acusación ha sido reportada a lo largo de la noche por las agencias de noticias rusas, y en las redes sociales hay imágenes en las que al fondo del Kremlin se intuye una humareda. El Gobierno ruso, en este sentido, considera la acción como «terrorista» y «planificada».
«La parte rusa se reserva el derecho de tomar medidas de represalia donde y cuando lo considere oportuno», ha manifestado el Kremlin en la víspera del Día de la Victoria -9 de mayo-, en una cita recogida por Ria Novosti. La misma entidad, señala que se habría utilizado dos aparatos no tripulados para el ataque, pero las defensas rusas los habrían desactivado. Tampoco hubo daños materiales en los edificios que componen el complejo.
Putin no resultó herido y destaca que éste no ha cambiado su horario de trabajo a consecuencia del presunto ataque. Recalca además la agencia, que Putin no duerme en el palacio residencial, de hecho trabaja poco allí, dado que tiene su residencia particular en Novo-Orgaryovo. Durante la acción, Zelenski viajaba sin previo aviso hacia Finlandia, que acaba de convertirse en el aliado número 31 de la OTAN.
Iuliia Mendel, ex portavoz de Zelenski, ha dicho en su cuenta de Twitter: «Otra amenaza del Kremlin. Al principio de la guerra, hizo varios intentos de asesinar a Volodimyr Zelenski y guardó silencio al respecto. ¿Cuánta confianza tenemos en la información rusa sobre supuestos ataques ucranianos con drones contra el Kremlin, después de años de mentiras y provocaciones?».