El último tramo de la campaña de Pedro Sánchez se gira hacia la defensa de la sanidad pública. Lo hizo ayer sábado desde Valencia, cuando adelantó la aprobación de 580 millones de euros para la mejora de los 13.000 centros de atención primaria, y este domingo desde Valladolid: el Gobierno aprobará el próximo martes el desembolso de 38,5 millones a las comunidades autónomas para seguir impulsando la atención a la salud mental.
El mitin de este 21 de mayo en la capital de Castilla y León —ante unos 1.500 militantes y simpatizantes, según la organización— funcionaba como una especie de prolongación del acto en Valencia. Porque Sánchez recordó cómo la pandemia había evidenciado los recortes infligidos a la sanidad y también cómo había dejado al descubierto la desatención en la salud mental. Un problema que no obstante hizo emerger el líder de Más País, Íñigo Errejón. El presidente subrayó que es crucial «visibilizar» y «no estigmatizar» el bienestar mental, porque todos podemos sufrir depresiones o problemas psicológicos pero se puede escapar de ellos, tratarlos como una enfermedad que «tiene solución». Recordó que ya se puso en marcha el plan de salud mental dotado con 100 millones de euros, presentado en el otoño de 2021, y que desde 2009, con José Luis Rodríguez Zapatero en la Moncloa, hasta hace menos de dos años no se había actualizado la estrategia de salud mental. Desde hace un año, además, está operativa la línea 024, de atención a la conducta suicida, que recibe 335 llamadas diarias.
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