Su orden era mantener la «templanza» e intentar «pasar página» del choque con Podemos por la reforma del sí es sí y se lo aplicó a sí mismo. El presidente del Gobierno sorteó este miércoles, 8-M, la ruptura con sus socios, consumada apenas horas antes en el Congreso, en la sesión de control al Ejecutivo este miércoles. Porque, a su juicio, lo que «preocupa a las mujeres» es la suma del PP y Vox. Pero quizá el gesto más relevante es cómo se intentó revolver contra los populares, elevando el tono contra ellos y atacando a Alberto Núñez Feijóo por su relación con el narcotraficante Marcial Dorado, recurso del que sí había tirado su partido estos últimos días a raíz del estallido del caso Mediador, pero que él no había utilizado.
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