Las autoridades no han reivindicado la explosión que ha destruido parcialmente el puente que cruza sobre el estrecho de Kerch y une a Crimea con Rusia. Pero Kiev sí ha celebrado el golpe estratégico contra Moscú, que deja a la Península conectada sólo a través de Melitopol, donde se está gestando la apertura un tercer frente que podría resultar decisivo en la guerra.
Rusia ha acusado a Ucrania de derribar el puente de Kerch, que Vladimir Putin inauguró personalmente en 2018, utilizando un camión bomba. En las imágenes del momento de la explosión se ve a un camión circulando por el puente, pero no que sea este vehículo el que explote. En cualquier caso, una de las dos carreteras del puente ha quedado totalmente destruida, la otra sufre daños menores y la explosión simultánea de un tren cisterna en la línea de ferrocarril también ha provocado serios daños a la infraestructura.
Ucrania no ha disimulado su satisfacción por el daño sufrido por la infraestructura, crítica para Moscú en el abastecimiento de su frente sur.
«Buenos días, Ucrania», ha tuiteado Oleksiy Danilov, secretario de Seguridad Nacional y del Consejo de Defensa de Ucrania. El alto cargo acompañaba el mensaje de un vídeo que mostraba el puente de Crimea en llamas junto a Marilyn Monroe cantando el ‘cumpleaños feliz’. El líder ruso, Vladimir Putin, cumplió ayer 70 años.
El ministerio de Defensa también ha sacado pecho tras la explosión. En un mensaje en su cuenta oficial, recordaban la destrucción del Moskva, la joya de la corona de la flota rusa en el Mar Negro. «Dos importantes símbolos del poder ruso en la Crimea ucraniana han desaparecido. ¿Qué será lo siguiente, russkies?», ha escrito el organismo oficial.
También se ha mostrado muy satisfecho por la destrucción del puente de Crimea el asesor personal de Volodimir Zelenski, Mykhailo Podolyak, que ha calificado la destrucción de la infraestructura como «el principio».
«Todo lo ilegal debe ser destruido, todo lo robado debe ser devuelto a Ucrania, todo aquello que Rusia haya ocupado debe ser expulsado», ha manifestado el alto cargo en Kiev.
El puente sobre el estrecho de Kerch fue una ambición de Vladimir Putin desde la anexión de Crimea en 2014 en cuya construcción el Kremlin invirtió más de 3.300 millones de euros. El puente se encontraba abierto al tráfico rodado desde el 16 de mayo de 2018 y fue inaugurado por el propio Putin. La línea ferroviaria se completó en diciembre de 2019.
Como primera medida, Rusia ha anunciado el establecimiento de servicios de ferry para conectar con Crimea, y ha pedido a la población que no entre en pánico porque hay suministros de gasolina para al menos dos semanas. Sin embargo, una de las primeras reacciones de la población ha sido acudir en masa a las gasolineras.