El puente que discurre sobre el estrecho de Kerch ha sido destruido esta madrugada, dejando parcialmente inservible la conexión terrestre que une el territorio anexionado de Crimea con el sur de Rusia. Una enorme explosión, cuyas causas aún se desconocen, ha hecho caer secciones de la carretera que recorre la infraestructura, de 19 kilómetros, y ha provocado también un gran incendio en un tren cisterna que circulaba hacia la Península.
El incidente, sea cual sea su origen, supone un durísimo golpe para Vladimir Putin en el peor momento para Rusia en su campaña de invasión de Ucrania. Con sus ejércitos sufriendo derrotas al este del país, en Lugansk, y en el sur, en Jersón, en las últimas horas ha crecido el temor a que los ucranianos lancen una tercera contraofensiva en dirección a Melitopol. Esta ciudad es clave para Moscú, pues es el nexo que une Lugansk y Donetsk con Crimea, y la pieza indispensable para mantener el ‘corredor de tierra’ con la Península.
Perder Melitopol supondría que Rusia debería buscar una ruta alternativa de más de 1.100 kilómetros rodeando el mar de Azov y recorriendo toda Crimea para llegar, por ejemplo, hasta Jersón. Ahora esa opción ha quedado gravemente dañada, lo que ahonda en el aislamiento de Crimea y golpea a Vladimir Putin donde menos lo esperaba.
Crimea es la línea roja irrenunciable para Rusia en Ucrania y el golpe contra el puente de Kerch puede suponer una escalada más en el conflicto. Moscú ya culpa a Ucrania de haber hecho estallar el puente con un camión bomba, aunque no se han presentado pruebas.
El puente sobre el estrecho de Kerch fue una ambición de Vladimir Putin desde la anexión de Crimea en 2014 en cuya construcción el Kremlin invirtió más de 3.300 millones de euros. El puente se encontraba abierto al tráfico rodado desde el 16 de mayo de 2018 y fue inaugurado por el propio Putin. La línea ferroviaria se completó en diciembre de 2019.
En los vídeos grabados tras la explosión se puede comprobar cómo la línea de tren ha quedado absolutamente inservible. Mientras tanto, uno de los sentidos de la circulación por carretera ha colapsado por completo, mientras el otro también parece presentar daños.
Fosa común en Limán
Las autoridades ucranianas han elevado a más de 200 la cifra de cuerpos encontrados en fosas comunes en la recién liberada ciudad de Limán, en la región de Donestk, uniéndose así a Bucha, Izium o Mariúpol como localidades donde Kiev ha descubierto sepulturas de civiles tras la expulsión de las tropas rusas.
Según ha destacado en su cuenta de Telegram el gobernador militar de la región de Donetsk, Pavlo Kyrylenko, actualmente se tiene conocimiento de dos fosas comunes masivas en Liman, de las cuales una de ellas tiene 200 tumbas de civiles.
En otra zona se encuentra la segunda fosa común en la que, según los datos operativos, puede haber tanto víctimas militares como civiles. No obstante, el número exacto de cuerpos aún se desconoce.