A sus 69 aos, se convierte en el lder con ms poder en China desde la turbulenta era de Mao
La reeleccin de Xi Jinping como secretario general del Partido Comunista chino y los modos en los que se ha producido son la constatacin final del poder absoluto que ostenta ya el presidente, un paso definitivo hacia la consolidacin de su autocracia personalista. En la clausura del Congreso celebrado este fin de semana, el propio Xi se ha encargado de anunciar que a sus 69 aos se convierte en el lder ms poderoso de China desde la turbulenta era de Mao Zedong.
Xi Jinping ha ido afianzado su
tercera etapa -que no cuenta con precedentes histricos- incluso antes de iniciarla. En 2018 ya model la Constitucin a su antojo para eliminar el lmite de dos mandatos previstos para ejercer la presidencia. Y desde hace tiempo ha ido purgando o desplazando de la cpula del partido a todo aquel que poda ejercer una mnima presin hacia movimientos geoestratgicos ms prximos a Occidente. Ha
reorganizado
la lite poltica del PCCh para colocar a afines, a hombres de confianza inquebrantable, y
el Congreso ha validado todo lo que ha movido
. Se ha desecho de la influencia de pesos pesados como el primer ministro, Li Keqiang, y del jefe del principal organismo asesor, Wang Yang, cuarto en el escalafn de la jerarqua del comunismo chino. En ocasiones, ambos dirigentes haban mostrado ms proximidad al capitalismo que a la ideologa de Xi, compartan un pragmatismo que se traduca en una suerte de contrapeso. Ya no existir. La imagen ms elocuente de lo que se ha vivido en El Gran Saln del Pueblo ha sido
la expulsin a la fuerza del ex presidente Hu Jintao
, sealado en el pasado por corrupcin. Su laminacin es la liquidacin de la corriente asociada al clan Shanghai. Xi envia as el mensaje de que la lealtad hacia su persona e ideologa no admite dudas.
Ahora, qu se puede esperar? Con las democracias de todo el globo pendientes de cul ser el paso decisivo de Xi sobre la guerra en Ucrania, la semana pasada, en la apertura del Congreso, el presidente denunci un orden mundial secuestrado por Occidente, advirti de peligrosas tormentas en el escenario internacional que sealan a EEUU, reafirm su intencin de anexionarse Taiwan
sin descartar el uso de la fuerza
y lanz un aviso contra la injerencia de Washington en la regin. La evolucin de este mandato es una incgnita, pero el mundo debe contemplar con preocupacin la consolidacin de una China ms nacionalista, ms autoritaria y ms agresiva.
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