A Juan Carlos I, el rey emérito de España, le han reclamado la paternidad al menos tres personas de forma pública. La belga Ingrid Sartiau, la catalana María Alexandra y el también catalán Albert Solá, quien sin embargo ya no reclamará nada al exmonarca. Este fin de semana fallecía repentinamente a los 66 años en un bar que solía frecuentar.
Solá, nacido en Barcelona en 1956, era hijo biológico de Anna María Bach Ramon. La mujer tenía entonces 21 años y dio a su hijo en adopción. El pequeño Albert pasó por una Maternidad, fue acogido por una familia en Ibiza y sería definitivamente adoptado por los agricultores Salvador Solá y Antonia Jiménez.
Quien reclamara durante gran parte de su vida ser hermanastro del rey Felipe VI escribió El monarca de La Bisbal: La autobiografía del hombre que afirma ser el hijo mayor de Juan Carlos I. El emérito tenía 18 años cuando se produjo el nacimiento.
Entre sus reclamaciones, el catalán fallecido repentinamente había demandado judicialmente la paternidad de Juan Carlos I. Presentó en su momento una prueba de ADN en la que se habría comprobado esa filiación.
Solá presentó en 2018 un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional en el que solicitaba que se ordenara al Supremo admitir su demanda de paternidad contra el rey emérito y en la que reconocía que se le habría vulnerado su derecho a obtener una tutela judicial efectiva. El Supremo le había denegado esa posibilidad en 2015.
Solá criticaba en su recurso la «indefensión» que se desprende de la sentencia dictada por el generador del Tribunal Supremo que admite a trámite la demanda que ha presentado contra Juan Carlos de Borbón, argumentando que no se acompasa del principio de legalidad que exige la ley para dar curso a su pretensión.
Solá tenía previsto participar en un nuevo programa televisivo de Telecinco dedicado precisamente a hijos ilegítimos y llamado «Quién es mi padre». Según ha publicado Fórmula TV, el programa se emitirá a título póstumo la semana que viene.