El secretario general de la Organizacin de Estados Americanos (OEA) es investigado por el ‘affaire’ con una compaera
La espada del famoso Damocles pende sobre Luis Almagro, secretario general de la Organizacin de Estados Americanos (OEA) y ltimo baluarte regional contra Nicols Maduro y las dictaduras revolucionarias. El Consejo Permanente decidi por muy amplia mayora que se d inicio a una investigacin externa contra Almagro ante su “supuesta conducta indebida” por su relacin sentimental con una empleada de la OEA.
La propia votacin en el organismo (30 votos a favor, dos abstenciones y una ausencia) adelanta que Almagro est en una autntica encrucijada poltica, aumentada porque ya Estados Unidos adelant que estaba a favor de investigar si el secretario general viol una de las reglas ticas de la institucin, que prohbe relaciones con otra persona de la plantilla.
“Quiero confirmar algo porque en su momento pareci que no era factible… Prcticamente todos ustedes conocan la relacin y yo quiero reconfirmarles y superconfirmarles que exista esa relacin. Ella fue mi partner durante casi tres aos, a nivel personal quizs los mejores de mi vida an cuando nuestra relacin termin hace meses. Tambin saben, porque me han visto trabajar, que nada de esto pueda hacer cambiar mi visin de las instituciones”, se defendi Almagro ante los embajadores americanos.
Almagro tambin resumi el proceso interno llevado a cabo desde que un annimo que denunciaba los hechos llegara a las oficinas de la OEA en junio pasado. Fue el propio inspector general quien propuso la realizacin de una investigacin externa. “Hemos acompaado todas las propuestas con el afn de dar transparencia a nuestra actuacin“, aadi el secretario general.
El caso Almagro tiene un precedente reciente: la destitucin del controvertido Mauricio Claver-Carone, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), tras mantener relaciones con su jefa de gabinete.
La funcionaria en cuestin es la politloga mexicana Marin Vidaurri, que segn los enemigos de Almagro fue promovida ilegalmente dentro del organismo. El excanciller del presidente uruguayo Pepe Mujica tiene en su contra al bloque izquierdista de la regin, mayoritario tras las elecciones de los dos ltimos aos. Hace dos semanas, el Grupo de Puebla ya exigi su salida inmediata tras conocerse los detalles de la disputa entre el secretario general y Paulo Abrao, quien fuera secretario de la Comisin Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Lo ms paradjico del caso es que la relacin era tan de dominio interno en la institucin que Vidaurre lo confirm en el libro Luis Almagro no pide perdn, de los periodistas Gonzalo Ferreira y Martn Natalevich. “Fue una conexin en todas las dimensiones, muy profunda y muy intensa”, reconoci la funcionaria mexicana.
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