El impuesto a la banca sigue su curso y ahora está pendiente de ser aprobado en el Senado. Así que el 1 de enero de 2023 entrará, previsiblemente, en vigor. Los bancos se mostraron en contra de este gravamen desde el primer momento. El Banco Central Europeo también mostró su disconformidad sobre él. Pero el Gobierno ha seguido con su plan y solo ha sufrido una modificación y es que también afectará a los bancos extranjeros que operen en España bajo supervisión del BCE. De entre las entidades españolas, CaixaBank será la más afectada, ya que hasta septiembre ya hubiera tenido que abonar 376 millones de euros.
El impuesto gravará un 4,8% del margen de intereses y las comisiones netas anotadas en el país. CaixaBank, el banco más grande por gestión de activos, registró 2.998 millones de euros de comisiones netas y 4.843 millones de márgenes de intereses hasta septiembre de 2022. Un total de 7.841 millones de euros que se verán afectados por la denominada prestación patrimonial no tributaria del 4,8%, es decir, la entidad hubiera pagado 376 millones de euros en los nueve primeros meses del año.
Una cifra que entra dentro de las estimaciones de la entidad. Durante la presentación de los resultados del segundo trimestre, Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, señaló que el impuesto, antes de conocer el texto, tendría un impacto de unos 400-450 millones de euros en el primer año. El gravamen será temporal y estará activo en 2023 y en 2024.
Banco Santander y BBVA son los dos grandes bancos españoles, pero se verán menos afectados por el impuesto debido a su diversidad geográfica. La entidad presidida por Ana Botín ingresó 5.306 millones de euros por intereses y comisiones netas hasta septiembre (3.134 millones y 2.172 millones, respectivamente), por lo que hubiera pagado 254 millones de euros por el impuesto de Pedro Sánchez.
Por lo que respecta a BBVA, estas dos cuentas suman 4.330 millones de euros (2.695 millones por margen de intereses y 1.635 millones por comisiones netas). De esta manera, el banco hubiese tenido que abonar 207,84 millones de euros por este impuesto. Esta cifra también está en el nivel que pensaban desde la entidad, que lo calcularon en los resultados del segundo trimestre, en unos 250 millones de euros.
Banco Sabadell, por su parte, ingresó hasta septiembre 3.890 millones de euros en márgenes de intereses y comisiones netas (2.772 millones y 1.118 millones, respectivamente). Esto supone que la entidad hubiera pagado 186,72 millones de euros por el impuesto. Finalmente, Bankinter será la entidad que menos pagará de impuesto, ya que sus márgenes de intereses son de 1.062 millones de euros y sus comisiones netas de 452 millones hasta septiembre (suman 1.512 millones de euros), lo que supondría que tendría que abonar 72,6 millones de euros por este impuesto.
A pesar de ser los menos perjudicados, María Dolores Dancausa, la consejera delegada de la entidad, ha sido la que se ha mostrado más tajante con llevar este impuesto a los tribunales. De hecho, fue la primera en pronunciarse cuando se conoció el gravamen, ya que esa misma semana presentaba los resultados de la primera mitad del año de Bankinter. En ese momento, Dancausa ya señaló que iban a estudiar todos los caminos posibles para recurrirlo, pero en el encuentro financiero organizado por KPMG y Expansión se mostró tajante y aseguró que iban a recurrir el impuesto “el día después de pagarlo”.
En ese encuentro, en el que había representantes de todos los bancos, la consejera delegada de Bankinter fue la más tajante, aunque los demás señalaron que lo estaban estudiando. Algo más tibio se mostró Víctor Iglesias, consejero delegado de Ibercaja, quien adelantó durante su intervención que existe una gran probabilidad de que recurra judicialmente el impuesto. «Es muy probable que Ibercaja lo recurra posteriormente en los tribunales porque creemos que nos asiste la razón», ha subrayado el ejecutivo de la entidad.
Recaudación total
El Gobierno quiere recaudar 1.500 millones de euros cada uno de los años en los que esté vigente este impuesto. No obstante, esta estimación se realizó cuando solo se iba a gravar a los bancos españoles con más de 800 millones de euros de resultado. Después de pasar por el Congreso, este impuesto también afectará a los bancos extranjeros que operen en España bajo la supervisión del BCE.
Fuentes del sector estiman que estos bancos pagarán unos 300 millones de euros al año. Los más perjudicados serán BNP Paribas, ING y Deutsche Bank que son los que tienen mayor negocio en España. Por lo que los 1.500 millones de euros al año puede que se hayan quedado cortos, porque además, la subida de tipos por parte del BCE también repercutirá en el impuesto.
Hasta septiembre, los cinco grandes bancos españoles hubieran pagado 1.096 millones de euros en el impuesto. Una cifra que están dentro de lo estimado por el Ejecutivo en un primer momento, ya que faltan algunos bancos más pequeños (Unicaja, Ibercaja…), los extranjeros y un trimestre de resultados, ya que el gravamen será anual.