La Policía Nacional detuvo en El Ejido (Almería) la pasada semana a dos yihadistas altamente radicalizados. Los agentes, durante los registros en sus domicilios, encontraron medios electrónicos, terminales telefónicos, documentación de gran interés y una importante cantidad de dinero en metálico, que según los investigadores iría destinado a sufragar los gastos de su viaje a la zona del Sahel.
Este último hallazgo demuestra cómo la tendencia del terrorismo internacional islámico está cambiando. El destino de los nuevos muyahidines ya no es Siria, donde el autoproclamado Estado Islámico ha sido derrotado por la coalición internacional. El nuevo infierno empieza a fraguarse en el corazón de África, en una franja que va desde Eritrea hasta Senegal y Mauritania.
Según fuentes de la investigación consultadas por El Independiente, la salida sería inminente. Los dos detenidos habrían prestado juramento de lealtad al ya fallecido líder del ISIS, Abu Ibrahim Al Hashimi Al Quraishi, y habiendo reiterado este juramento al ahora líder Abu Al Hussein Al Husseini Al Quraishi.
Este juramento es requerido como una «prueba de fidelidad» por sus nuevos hermanos, pero para los agentes era una muestra de que pretendían partir al Sahel lo más pronto posible. Tenían varias opciones. Por vía terrestre podrían haber ido por Marruecos, pero la guerra en el Sáhara complicaba sus planes. La otra era por Argelia para llegar a Mali o Níuger. Si hubiesen elegido llegar volando lo más sencillo era hacerlo hasta Senegal para pasar luego a Mali.
La operación policial, que estuvo coordinada por el juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama, contó con la Direction Générale de la Surveillance du Territoire (DGST) marroquí, contando también con la colaboración de la Brigada Provincial de Información de Almería, Brigada Local de Información de El Ejido y la agencia EUROPOL.
Las primeras investigaciones comenzaron en julio. Entonces los investigadores que peinan la red detectaron a un individuo altamente radicalizado y alineado con los postulados de DAESH que difundía «una enorme cantidad de material» radical y violento de corte yihadista, en palabra de uno de los investigadores. Este individuo tenía contacto con un tercer detenido en Marruecos por las autoridades del país vecino.
Durante la investigación, los agentes verificaron como los yihadistas ahora detenidos se encontraban altamente radicalizados y plenamente adheridos a los postulados ideológicos de la organización terrorista, interiorizando sus mensajes mediante un intenso proceso de auto adoctrinamiento y realizaban la difusión masiva de sus contenidos a terceros a través de Internet.
En la madrugada del pasado miércoles se puso en marcha el correspondiente dispositivo policial, practicando, además de las dos detenciones, el registro de las viviendas en las que residían, donde los agentes incautaron medios electrónicos, terminales telefónicos, documentación de gran interés y una importante cantidad de dinero en metálico, que según los investigadores iría destinado a sufragar los gastos de su viaje a la zona del Sahel.
El juez Calama cree que los dos detenidos llevaban a cabo una conducta activa en orden a recibir, almacenar y distribuir de forma masiva y continua material documental y audiovisual de tipo ideológico, doctrinal, y sobre adiestramiento terrorista, activándose como núcleo operativo virtual, algo que concuerda con la estrategia de la Yihad online del Dáesh, informa Efe.
En el marco de esa actividad, prosigue el magistrado en su auto, habrían desarrollado una estrategia de captación masiva de adeptos receptores de esos contenidos a través de Internet, contribuyendo a la formación de captados que ya han sido fidelizados a través de este mismo sistema.
El juez de la Audiencia Nacional cree que hay indicios que evidencian su labor de captación y radicalización, que les habría llevado ya a realizar el juramento al Daesh y a manifestar su intención de trasladarse a zonas de conflicto.
El juez Calama, ante los indicios que evidencian su afinidad ideológica con el Daesh y su radicalización, y después de que uno haya admitido que hizo juramento a la organización terrorista y que tenía intención de trasladarse a la zona del Sahel, decretó prisión provisional para ambos por la gravedad de los delitos que se les imputan y las penas que llevan aparejadas, el riesgo de reiteración delictiva, la falta de arraigo suficiente en España y el riesgo de fuga.