Una de las razones por las que el Banco Central Europeo sube tipos es para endurecer las condiciones de crédito y hacer que la economía se pare y así poder ponerle freno a la inflación. El organismo europeo subió por primera vez el precio del dinero en julio de 2022 para luchar contra esa inflación. Seis meses después los bancos ya están anticipando una disminución de las hipotecas y de los créditos.
Así lo ha constatado el consejero delegado de BBVA, Onur Genç, quien ha asegurado en la presentación de resultados de la entidad que la nueva concesión de hipotecas será menos por la subida de tipos. Además, ha apuntado que el saldo hipotecario vivo también caerá durante 2023, porque está subida hará que, quien pueda permitírselo, amortice su préstamo. No obstante, ha querido dejar claro que los afectados por la subida del euríbor, clientes con hipotecas variables, no serán muchos ya que este producto afecta menos a las hipotecas antiguas, que en el caso de las variables son la mayoría.
Genç ha especificado que la previsión que dan sobre el crédito en España es que se mantenga plano, porque la las empresas continuarán pidiendo préstamos por su necesidad de circulante y augura un crecimiento también en los préstamos de consumo. Pero insiste en que en hipotecas sí que habrá una reducción. De hecho, la entidad ya lo ha notado en 2022. Según su cuentas, su crecimiento en hipotecas a nivel grupo ha sido de apenas un 0,8% y en España del -3%.
Por su parte, César González-Bueno, consejero delegado de Banco Sabadell, aseguró todavía no han visto reducirse las peticiones de hipotecas, aunque apuntó que en Inglaterra sí que lo han visto por un entorno más complicado. “En España todavía no estamos notando una debilidad de la demanda”, apuntó González-Bueno, pero sí que explicó que lo que está habiendo es mucho movimiento por parte de las entidades, mucha competencia por el precio “habrá que ver cómo se desarrolla”. La concesión de la cartera hipotecaria de Banco Sabadell creció un 1,4% y representa 39.027 millones de euros.
Más allá de nombres propios, Banco de España publicó este martes la Encuesta de Préstamos Bancarios del primer trimestre de 2023. Una de las principales conclusiones de este informe es que las entidades esperan que se produzca de nuevo una contracción generalizada de la oferta y de la demanda de crédito, en un contexto de elevada incertidumbre sobre la evolución macroeconómica y en el que se espera que continúe el proceso de normalización de la política monetaria.
En lo que respecta al crédito hipotecario, para el primer trimestre de 2023, los bancos anticipan que la oferta seguirá endureciéndose, aunque de forma moderada, mientras que la demanda volverá a descender a un ritmo similar al observado entre octubre y diciembre.
Si se mira al cuarto trimestre de 2022, las entidades aseguran que los criterios de concesión de créditos a los hogares para adquisición de vivienda se habrían vuelto a endurecer, aunque con una intensidad más moderada que la observada tres meses antes. Este endurecimiento sería consecuencia fundamentalmente de “un aumento de los riesgos percibidos” por las perspectivas económicas generales y de la vivienda. También sería por un empeoramiento en la solvencia de los prestatarios, y, en menor medida, “a una menor tolerancia al riesgo por parte de las entidades financieras”.
En línea con esta evolución de la oferta, según la encuesta habría crecido ligeramente el porcentaje de peticiones de créditos rechazadas. También las condiciones generales aplicadas en estos préstamos se habrían endurecido entre octubre y diciembre, lo que sucede por tercer trimestre consecutivo. Ello se habría traducido en un aumento de los tipos de interés aplicados, así como, en conjunto, en un incremento de los márgenes, como consecuencia principalmente de los mayores costes de financiación de las entidades, del aumento de los riesgos percibidos y, en menor medida, de la menor tolerancia al riesgo por parte de los bancos.