Alemania y España harán lobby para concluir el Midcat, el gasoducto que conecta nuestro país a través de los Pirineos con Europa central, y en consecuencia a presionar a Francia para que apoye esta iniciativa, según reza el documento aprobado por el canciller federal, Olaf Scholz, y el jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, en La Coruña.
«Intensificaremos la cooperación bilateral en aspectos relacionados con la energía y el clima relacionados con la energía y el clima, especialmente en materia de eficiencia energética hidrógeno verde y sus derivados con el fin de explorar las oportunidades para acelerar la acelerar la expansión de la industria del hidrógeno verde, la mejora de las infraestructuras y las
así como establecer una relación comercial, también para las tecnologías relacionadas con el hidrógeno… Ambos seguiremos abogando por una mayor capacidad de interconexión de la Península Ibérica para mejorar su contribución a la seguridad del suministro a toda la UE», señala el texto.
Y concreta: «Esto es relevante tanto para las interconexiones eléctricas como, especialmente, a través del desarrollo del corredor de hidrógeno a través de los Pirineos, identificado por el Plan RepowerEU para suministrar gas a Europa Central, y que en el futuro deberá transportar hidrógeno renovable. Por lo tanto, la construcción de un gasoducto preparado para el hidrógeno lo suficientemente grande a través de los Pirineos para para que esté operativo en 2025 es de vital importancia para lograr un mercado interior de la energía mercado interior de la energía dentro de la UE, acelerar la transición ecológica y reforzar la autonomía estratégica de la UE». Añade que impulsarán conversaciones con todas las partes implicadas, léase Francia, y la Comisión Europea.
El proyecto del Midcat se dejó de lado en 2018 al considerar la Comisión Europea que su precio era muy elevado. El tubo llega hasta Gerona. La situación ha cambiado sustancialmente tras la invasión rusa de Ucrania. Alemania, que el año pasado todavía compraba el 55% de su gas a Rusia, busca otras vías de suministro. Para España sería muy importante formar parte de este hub energético, pero Francia aún lo ve muy caro. España quiere que también pueda transportarse hidrógeno verde y que haya financiación europea.
También remarcan cómo «la guerra de agresión contra Ucrania hace todavía más inminente la necesidad de aumentar la colaboración entre Esaña y Alemania, tanto bilateralmente como en el seno de la UE y del aOTAN, clave para la seguridad en la zona euroatlántica». Los dos países están de acuerdo en reforzar la cooperación en materia de defensa e industria de defensa. En ese contexto habrán mencionado el escudo antimisiles europeo. Remarcan su «apoyo a la independencia, soberanía e integridad territorial de Ucrania dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas y rechazan con firmeza y condenan de manera inequívoca la anexión ilegal por parte de Rusia de las regiones ucranianas de Donetsk, Lugansk, Zaporiya y Jersón».
En la XXV Cumbre hispano-alemana, celebrada en La Coruña, se ha aprobado un plan de acción que viene a ser una hoja de ruta que marca las líneas de la cooperación entre los dos países. Será un plan dinámico con planes concretos sobre política exterior, de defensa y seguridad, energía, innovación, cambio climático, y educación. También se han firmado dos declaraciones de contenido socio-laboral y educativo.
En la cumbre han participado ocho ministros, entre ellos las vicepresidentas Nadia Calviño, Yolanda Díaz y Teresa Ribera, además del jefe del gobierno, y por parte alemana siete, incluido el vicecanciller y ministro de Economía y Energía, Robert Habeck. Los alemanes llaman a estos encuentros Regierungskonsultationen porque en ellos participan varios ministros, no solo los jefes del gobierno. Solo con los países con los que se mantiene una relación estrecha se realizan estos cónclaves. Los jefes de gobierno se ven al mismo tiempo que se llevan a cabo las reuniones bilaterales de los ministros.
Las cumbres bilaterales, que impulsaron Felipe González y Helmut Kohl, se celebran cada uno o dos años pero la última entre los gobiernos de Berlín y Madrid tuvo lugar en 2013, aunque en 2014 la canciller Merkel y el entonces del gobierno español, Mariano Rajoy, mantuvieron un encuentro.
Scholz, que lleva diez meses en la Cancillería, se reunió en enero de 2022 con Sánchez en la Moncloa y Sánchez fue invitado el pasado 30 de agosto a una reunión del gobierno federal en el castillo de Meseberg. Es un raro honor que revela la especial relación que mantiene el actual canciller alemán y el jefe del gobierno español. En octubre el Rey de España visita Alemania. Ese mes España será la estrella de la Feria del Libro de Fráncfort.
Según escribe Reinhard Spiegelhauer en la web del Tageschau, «España no quiere perderse en el bloque del sur y quiere asumir su responsabilidad en la UE y en el mundo. España quiere asumir su responsabilidad, en la UE, en el mundo, y se complace en distinguirse: como lugar alternativo y espontáneo para la Cumbre Mundial del Clima, como centro de la UE para los refugiados afganos, como anfitrión de la cumbre de la OTAN… Por supuesto, también se trata del efecto interno, al igual que la limitación del precio del gas que Sánchez impulsó junto con Portugal como una supuesta solución ibérica para sus propios consumidores en primavera. El hecho de que esto llegue ahora también a Alemania es bueno para el ego español».
Scholz y Sánchez están convencidos de que Alemania y España pueden complementarse en la Unión Europea. España consolida su papel como cuarta potencia tras la salida del Reino Unido con Alemania como aliada, y rompe con los ejes geográficos. Y Alemania, que sigue siendo una potencia reticente, se siente menos sola con España a su lado. Es un matrimonio de conveniencia pero con bases sólidas.