En el marco de su refundación, Ciudadanos (Cs) prevé cambiar la estructura del partido y fomentar una bicefalia parecida a la que hoy caracteriza al Partido Nacionalista Vasco (PNV). La dirección nacional, tras el proceso de escucha a la militancia desarrollado por los de Ventas, planteará que la figura de presidente desaparezca y que este órgano quede dividido en dos. Por un lado, un aparato orgánico que se encargue de las cuestiones internas del partido, y otro político, que se encargue de «pisar la calle». El primero de ellos estaría encabezado por un cargo que aún carece de nomenclatura, a imagen y semejanza de los nacionalistas vascos. Es algo que está inspirado en los partidos liberales europeos, según expresan desde la Ejecutiva.
Con ello, el partido naranja buscaría «proteger» el papel de Inés Arrimadas, a quien definen como su «mayor activo político». De ella, fuentes de la propia dirección aseguran que quiere presentarse a los próximos comicios como cabeza de lista. Ello la situaría al frente de ese ámbito político. Con todo, aún se desconoce el nombre que tendría su puesto y el del coordinador del área orgánica.
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