La refundación de Ciudadanos, al margen de la renovación de órganos y el establecimiento de un sistema de poder bicéfalo, también incluye un cambio de imagen corporativa del partido, que no afecta, con todo, al nombre ni a las siglas, como ya adelantó este medio. Todo pese a que se manejaron propuestas que recordaban al desaparecido CDS, de Adolfo Suárez. El partido, con Adrián Vázquez y Patricia Guasp al timón, ha añadido el color verde oscuro al naranja en su marca, con un claro guiño al antecesor del segundo partido del primer presidente del Gobierno en democracia, de la extinta Unión de Centro Democrático (UCD).
El nuevo logo, que puede sufrir modificaciones más adelante a voluntad de la nueva dirección -como ha quedado fijado en los nuevos estatutos-, ha sido presentado en la segunda y última jornada de la VI Asamblea General, con carácter extraordinario, de la formación liberal, que ha recuperado la atribución «progresista» por consenso de los compromisarios. Se usa, concretamente, el semicírculo naranja, emulando la ‘C’ inicial del nombre.
Esta puesta en escena se ha producido después de las intervenciones de tres invitados liberales europeos: telemáticamente, el primer ministro de Bélgica Alexander de Croo; y de manera presencia, el copresidente de ALDE Timmy Dooley, y el presidente de Renovar Europa, el francés Stéphane Sérjourné. Éste último, ha animado a no dejar en manos de los extremos las políticas nacionales y las mayorías. Asimismo, ha enviado un mensaje de ánimo para seguir luchando para reflotar, algo que ha ejemplificado con la situación que han atravesado en otros momentos de la historia más reciente los liberales alemanes del FDP, de Países Bajos D66 o su propio partido Rennaisance.
Tras Sérjourné, ha intervenido la nueva líder política de Cs, Patricia Guasp, que compatibilizará el cargo con el de coordinadora de los naranjas en Baleares y diputada en la cámara de las islas. Sobre la renovación identitaria, la sucesora de Inés Arrimadas ha indicado que Cs «no cambia de nombre, porque estamos orgullosos de las siglas; de lo que este partido ha hecho por los españoles desde que un grupo de valientes de Cataluña plantó la semilla de la libertad en nuestro país». «Ciudadanos. Qué bonito nombre para un partido de centro. Para aludir que ponemos por delante los valores a cualquier otro hecho, y que la igualdad es el pilar». «¿Cómo íbamos a renunciar a la idea más noble que existe en política, a la idea de ser libres e iguales? (…) Lo contrario es la tiranía», ha asegurado Guasp. Sobre esta cuestión, la número ‘uno’ política de la formación, ha enumerado alguno de esos «éxitos» que hacen de las siglas «inspiradoras para el futuro»: abogar por la despolitización de la justicia, abrir la puerta al talento y a la sociedad civil, y la renuncia a las puertas giratorias y el enchufismo.
Marca perfil propio frente al PSOE, el PP y Vox
Como ya viene enfatizando Guasp durante la campaña de primarias, el partido quiere ser identificado como autónomo frente al resto de competidores. Es algo que ha vuelto a destacar, como adelanto de la hoja de ruta que plantea el proyecto renovado. «No basta con que salga Pedro Sánchez de Moncloa. Necesitamos una agenda reformista. Los problemas de España también son fruto de cuarenta años de políticas fracasadas del bipartidismo», ha recalcado. Entre ellos, la balear ha mencionado «la brecha intergeneracional» o la necesidad de «garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones» para asegurar «las pensiones del mañana».
Asimismo, ha añadido la precarización progresiva de la clase media, incrementado ahora por «la precariedad y la inflación», así como «la falta de oportunidades laborales». Con todo, Cs seguirá abogando por «combatir los nacionalismos de todo pelaje y condición, que son sinónimos de desigualdad, injusticia y conflicto». «Nunca podrán elegir, con nosotros, nada que afecte a la desigualdad de los españoles», ha expresado Guasp frente al cúmulo de compromisarios, la nueva dirección y el nuevo Consejo General naranja.
Guasp se ha mostrado muy crítica con el PSOE de Sánchez, señalando que «ha dinamitado las bases de la convivencia vigentes desde la transición», a la que evocan con este cambio de imagen. «La amenaza de que todo en lo que creemos muera por el camino es real». «Confrontaremos con un socialismo agotado y contra una izquierda desquiciada que ha abandonado su idea fundamental de la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. Su única obsesión es patrimonializar la defensa de las mujeres, los derechos LGTBI, polarizar, destruir las instituciones», ha adelantado la titular de Cs.
Del PP ha mencionado que «el reformismo le produce un rechazo patológico», y percibe que la «máxima ambición» de Feijóo «es heredar el poder; volver al statu quo y perpetuar una concepción de España anclada al pasado». En el caso de Vox, Guasp lo ha tachado de «derecha iliberal, identitaria, reaccionaria y ultra», que «añora un país que nunca ha existido» y que «solo ofrece demagogia, pasado y nostalgia». «Nos tendrán en frente», ha concluido Guasp.
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