La bronca ya es monumental. Brutal. El Gobierno no da crédito a lo ocurrido en los actos del Dos de Mayo. La Comunidad de Madrid impidió subir a la tribuna de autoridades, durante el desfile militar, al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. Le obligó a seguir el acto, en la Puerta del Sol, en una zona acordonada junto a otras autoridades, pero no en la tribuna principal, en la que Isabel Díaz Ayuso quiso que estuviera a su izquierda el jefe del PP, Alberto Núñez Feijóo, además de la titular de Defensa, Margarita Robles. Para el Ejecutivo, la presidenta madrileña “incumple” la ley y desatiende el principio de “lealtad institucional”, pero también queda claro, a su juicio, que tanto ella como el PP creen que la Comunidad de Madrid es “su cortijo”, en lugar de una institución para todos los madrileños. Y denuncia que apartara a Bolaños, llevándolo a un lugar secundario, para primar a Feijóo, que “no tiene rango de autoridad ninguna”.
Todo parecía haberse encarrilado en el arranque de los actos por el Dos de Mayo. Pese a que el Gobierno autonómico había tachado de “provocación” la “autoinvitación” de Bolaños, al final le reservó una silla, junto a Robles, en el interior de la Real Casa de Correos, sede de la Comunidad de Madrid, cuyo patio acogió el primero de los eventos de este martes, la entrega de medallas y condecoraciones. Los dos ministros habían sido recibidos incluso por el vicepresidente regional, Enrique Ossorio.
(Noticia en ampliación)