Llegaron a la investigación casi por casualidad. El catedrático de Farmacología de la Universidad de Alcalá, Francisco J. de Abajo estudiaba con su equipo el efecto de distintos factores ambientales sobre la incidencia de infarto. Pensaban que el verano y las olas de calor podían causar un aumento pero sin embargo vieron que era en invierno cuando había más casos y comprobaron además que la relación se daba especialmente en picos de incidencia de gripe.
Por otro lado, el infarto y el ictus están entre las principales causas de mortalidad cardiovascular, de hecho el ictus está considerada la principal causa de mortalidad entre mujeres. Y se hicieron la pregunta. ¿Puede proteger la vacunación de gripe de sufrir infartos o ictus?
De Abajo, farmacólogo clínico en el Hospital Universitario Príncipe de Asturias, acaba de comprobar la asociación entre vacuna de la gripe y el ictus. El resultado se publica en Neurology, la revista de la Academia Americana de Neurología. El equipo de investigadores ha analizado datos de más de 14.000 casos de ictus y los ha relacionado con más de 71.000 pacientes – de edad y características similares – que no lo habían sufrido. Los datos se extrajeron del sistema nacional de salud de España entre 2001 y 2015, procedentes de pacientes de entre 40 y 99 años. El resultado es una reducción del 12% del riesgo de sufrir un ictus durante todo un año para los que se habían vacunado de gripe con cualquiera de los fármacos disponibles.
«La protección es mayor durante los 15-30 días posteriores a la vacuna, del 21%, y luego va disminuyendo pero se mantiene durante todo un año con una media del 12%», explica De Abajo a El Independiente. «El mecanismo subyacente aún no lo sabemos pero vemos que el efecto no se produce solo en época de epidemia de gripe sino que se extiende antes y después, toda la temporada. Eso nos lleva a pensar que puede tener un efecto la propia vacuna», añade.
Los más protegidos, los más vulnerables
En el estudio se ve esa asociación de protección frente al ictus en todos los grupos de edad y lo que resulta más llamativo es que la protección es mayor entre quienes más lo necesitan. «Cuando se analiza, vemos que los pacientes con factores de riesgo cardiovascular o enfermedades cardiovasculares es en los que se encuentra una mayor protección. Hablamos de personas con hipertensión o que han sufrido previamente un infarto, por ejemplo. Esto es muy interesante porque es precisamente a ellos a quienes más indicada está la vacuna, es una razón de más para vacunarse», explica el investigador principal.
La protección también fue ligeramente mayor en mujeres que en hombres y en menores de 65 respecto a mayores, pero el 12% en la reducción de la frecuencia de ictus fue el promedio global del estudio.
Resultados «gemelos» en infartos
La vacunación frente a la gripe se asoció también con un porcentaje similar de reducción de infartos, como el mismo equipo publicó en la revista Heart a principios de 2022. «Los resultados fueron gemelos, prácticamente iguales», reconoce el farmacólogo clínico.
La relación protectora entre la vacuna de la gripe y los infartos se ha visto también en otros estudios y un metaanálisis publicado en 2016 cifraba ese grado de protección en el 29%, como recoge en su web la Sociedad Española de Cardiología.
En un editorial asociado en la misma revista, investigadores de la Universidad de Columbia (Nueva York, EEUU) destacan sobre este estudio la detección temprana de la protección, «que puede ser evidente incluso antes del inicio de la temporada de gripe y persiste mucho más allá del pico estacional». Por ello, los autores del editorial subrayan la posibilidad de que el fármaco proteja más allá que evitando la infección. «Es probable que los mecanismos de protección contra la enfermedad vascular sean variados y multifactoriales» dada la protección de pacientes con distintos antecedentes cardiovasculares.