A menos de tres semanas para las elecciones, el pacto se convierte en arma poltica
Tras el solemne anuncio, las felicitaciones del presidente estadounidense, Joe Biden, y las crticas de la oposicin, el Gobierno israel ha aprobado los principios del acuerdo con el Lbano que regula por primera vez la frontera martima y la exploracin de gas en los yacimientos de Qana y Karish. El pacto, logrado gracias a la mediacin de Estados Unidos, aleja la posibilidad de una guerra con el grupo libans Hizbul y profundiza la batalla electoral en Israel a menos de tres semanas de los comicios.
Tras la luz verde este mircoles del Ejecutivo y del gabinete de seguridad, el primer ministro, Yair Lapid, lleva el acuerdo a la Knsset para que sea conocido y discutido pero no votado pese a las peticiones de la oposicin y una ministra. Catorce das despus y poco antes que los israeles acudan a las urnas por quinta vez desde 2019, el documento volver a la mesa del Gobierno para su aprobacin definitiva.
“Es un logro enorme para la seguridad y economa de Israel”, ha declarado Lapid confirmando que recibirn alrededor del 17% de los ingresos de Qana si Lbano extrae gas. “Este acuerdo aleja la posibilidad de un enfrentamiento militar con Hizbul. Israel es ms fuerte que cualquier organizacin terrorista, y si entramos en batalla, les hubiramos golpeado con fuerza pero si se puede prevenir la guerra, el papel de un Gobierno responsable es prevenirla”, ha sealado Lapid en una rueda de prensa junto a los titulares de las dos principales materias que afectan el estratgico acuerdo: Defensa (Benny Gantz) y Energa (Karine Elharrar).
Como todo lo que se mueve en Israel es poltico y especialmente en plena campaa electoral, el acuerdo se ha convertido en arma poltica. El documento, logrado por el mediador Amos Hochstein tras dos intensos aos de negociacin entre dos pases tcnicamente en guerra, levanta polmica por su contenido pero tambin por el momento y la forma de aprobacin.
El jefe de la oposicin y ex primer ministro, Benjamin Netanyahu, denuncia que Lapid ha renunciado a toda la zona en disputa incluyendo “la entrega de aguas territoriales y gas a Hizbul trayendo Irn cerca de nuestra frontera del norte”. “Se trata de una vergonzosa capitulacin histrica ante las amenazas del grupo terrorista Hizbul de atacar el yacimiento israel de Karish. Hizbul usar miles de millones de dlares procedentes del gas para armarse con ms misiles y proyectiles contra los ciudadanos israeles”, acusa el lder del Likud.
Lapid define las acusaciones de la oposicin como “propaganda mentirosa y venenosa alejada de la realidad” y justifica la urgencia al sealar que el presidente libans, Michel Aoun, deja el cargo el prximo 31 de octubre y despus sera mucho ms difcil alcanzar un acuerdo.
“Mejorar la seguridad de Israel”
Aunque la rplica ms clara, al no ser poltica, llega en boca de los jefes de los organismos de seguridad que por otro lado fueron nombrados por Netanyahu en el pasado. Segn filtraciones de la reunin del gabinete de seguridad, el jefe del Ejrcito, Aviv Kochavi, neg que el acuerdo fuera resultado de las amenazas de Hizbul y consider que “mejora la seguridad de Israel” mientras el jefe del Mosad, David Barnea, afirm que “quien diga que el acuerdo es un logro de Hizbul no entiende la situacin en el Lbano”. Segn l, no es bueno para el grupo proiran porque supone el reconocimiento libans de facto de Israel.
“Hizbul no deseaba el acuerdo pero entendi que dada la crisis poltica interna en el Lbano, le supone una oportunidad para ganar puntos ante la opinin pblica”, dijo Barnea que, como el resto de la cpula de seguridad, recomend y apoy el pacto. El Gobierno destaca que el acuerdo supone el reconocimiento de la lnea fronteriza martima con el Lbano como statu quo, garantiza una pequea parte de los beneficios potenciales de Qana y la reduccin de la dependencia energtica libanesa en Irn.
El bloque derechista de Netanyahu denuncia que un Gobierno en funciones que perdi la mayora parlamentaria no puede aprobar un pacto tan importante en campaa electoral y critica que los diputados no puedan votar al respecto. El Gobierno responde que segn la asesora legal, el acuerdo debido a su urgencia y relevancia puede ser aprobado sin necesidad de la Knsset y recuerda las ocasiones en las que Netanyahu tom decisiones importantes al frente de un Ejecutivo en funciones.
Discrepancias en la coalicin
La discrepancia sobre la forma tambin est presente en la heterognea coalicin que perdi su ajustada mayora el pasado mes de junio. Formada un ao antes con el objetivo de acabar con 12 aos seguidos en el poder de Netanyahu, en juicio por corrupcin, la coalicin incluy ocho partidos divididos en dos grandes bloques. Uno, liderado por Lapid e integrado por la izquierda, el centro y el partido rabe Raam. El otro bloque, el conservador, est encabezado por Naftali Bennett que fue el primero en ocupar la jefatura de Gobierno segn el acuerdo de rotacin. Los dos dirigentes tienen capacidad de veto. El ltimo no lo ha ejercido ahora.
Bennett admite que es “problemtico” firmar el acuerdo con el Lbano antes de las elecciones, pero lo apoya por su valor en seguridad y urgencia. En un doble mensaje a Lapid y a Netanyahu, aadi que el acuerdo “no es una victoria diplomtica histrica pero tampoco una psima capitulacin histrica” y lament que tambin este acuerdo sea usado a nivel poltico.
La semiretirada de Bennett (no se presentar a las elecciones), la desintegracin de su partido Yamina, el hecho que su nmero dos y ministra de Interior Ayelet Shaked lidere ahora un partido que prefiere gobernar en la coalicin derechista de Netanyahu y la desesperada lucha por el voto dificultan la armona del Gobierno. Shaked no se opone al acuerdo, pero no vot a favor alegando que debe ser aprobado tambin por el Parlamento.
El acuerdo de Israel con un pas con el que no tiene relaciones no parece tener tanta influencia en el elector como por ejemplo los ltimos atentados palestinos. En cualquier caso, segn el sondeo del Canal 12, el 40% de los israeles apoya el acuerdo, 29% lo rechaza y el 31% no sabe.
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