La representación española en el funeral de la recién fallecida reina Isabel II sigue en el aire. Por el momento, según ha indicado el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, tanto el Gobierno como la Casa Real decidirán «la mejor representación» de España.
En una entrevista en RNE, Albares ha subrayado que todavía no se conocen los detalles de cómo será el funeral por lo que «no conviene especular».
Así, ha recordado que conforme al protocolo que hay en Reino Unido, se espera que el funeral tenga lugar en unos diez días pero está por ver cómo será el mismo, si se opta por «funerales privados» o de carácter nacional y luego se amplía a mandatarios extranjeros.
Por ello, ha defendido que hay que esperar a que llegue la invitación y entonces será «el Gobierno con la Casa Real quien decidirá la mejor representación» por parte de España.
Preguntado expresamente sobre si al funeral podría asistir el Rey emérito, Albares ha subrayado que actualmente el jefe del Estado es Felipe VI y que, al igual que su padre, «también representa los lazos familiares» existentes entre las dos casas reales.
Felipe VI envió poco después de conocerse el fallecimiento de Isabel II un telegrama al nuevo rey Carlos III para trasladarle sus condolencias. Asimismo, en un acto en Sevilla, elogió la figura de la monarca, a la que definió como «una de las mejores reinas de todos los tiempos por su dignidad, sentido del deber, coraje y entrega a su pueblo».
Don Felipe mantenía una estrecha relación con Isabel II, a la que cariñosamente llamaba «tía Lilibet», como hacen el resto de miembros de la familia real británica y como quedó de manifiesto en el mensaje de condolencias que él y la Reina Letizia enviaron a la soberana tras la muerte de su marido, el duque de Edimburgo, en 2021.
A ambas casas reales les unen lazos de sangre. Los padres de Felipe VI, Don Juan Carlos y Doña Sofía, son tataranietos de la reina Victoria de Inglaterra, como también lo es Isabel II y lo era su marido.
En el caso del Príncipe Felipe, sus lazos con Don Juan Carlos y Doña Sofía eran aún más estrechos, sobre todo con esta última, de la que era tío segundo puesto que el rey Jorge I de Grecia era su abuelo y el bisabuelo de la reina emérita.
Por lo que se refiere a Juan Carlos I, su abuela, la reina Victoria Eugenia, era prima hermana de la madre del Duque de Edimburgo, Alicia de Battenberg.