Los usuarios de vehículos con diésel volverán a tener que rascarse el bolsillo para llenar el depósito. A pesar de que pasado el verano, el litro de este tipo de combustible se relajó -al igual que lo hizo la gasolina-, durante las últimas semanas los paneles de las gasolineras modifican los precios al alza.
En algunas estaciones de servicio de las principales ciudades de la geografía española el precio del diésel es de dos euros. Unas cifras que no se veían desde mediados de junio, cuando Vladímir Putin amenazó con cerrar el grifo de los combustibles fósiles a toda Europa. Fue en ese momento cuando el Gobierno de Pedro Sánchez tuvo que ampliar hasta final de año los descuentos de 20 céntimos por cada litro de carburante que se pusiera en los tanques de los coches de usuarios y trabajadores.
Tras las bajadas en agosto y septiembre, octubre y noviembre han traído una revalorización del diésel. La principal razón no es otra que la escasez. «Nos estamos quedando sin destilados medios en algunos países europeos», dijo Josu Jon Imaz, CEO de Repsol durante la presentación de los resultados empresariales a los analistas.
Es más, el panorama que dibujó el directivo de la mayor petrolera española no es nada halagüeño y sostuvo que en las próximas semanas “podemos ver altos precios del diésel en los próximos meses”. Unas fechas muy señaladas para los españoles ya que los desplazamientos se multiplican en los dos últimos meses debido a puentes como el de Los Santos, La Almudena, o el puente de la Constitución como antesala de la Navidad.
Dos euros por litro
Según cálculos del sector, la posibilidad de que el precio del diésel esté por encima de los dos euros a finales de año es “bastante real” por lo que podría volver a desatarse una nueva crisis en los carburantes.
El diésel se ha convertido en una fuente de energía primordial para Europa. Y es que el menor uso del gas que proviene de Rusia ha empujado a que las centrales eléctricas que tiran de los carburantes para la generación multipliquen su producción. Esto provoca que haya menos diésel en el mercado y, por tanto, se produzca un alza en los precios de este derivado del petróleo.
El invierno acecha y las calderas que tiran del diésel, muy frecuentes en el centro y norte peninsular de poblaciones pequeñas, también se empiezan a llenar por lo que, una vez más, la demanda se dispara y el coste sube.
“No tengo una bola de cristal. En caso de continuar, lamentablemente, en términos sociales, económicos y políticos, con las tensiones geopolíticas actuales en Europa, me parece que estas grietas diésel muy abiertas se van a quedar para los próximos meses”, insistió Josu Jon Imaz.
Cabe recordar, en este sentido, que el gasóleo acumula una subida este año del 46,5%, frente al incremento del 19,1% de la gasolina de 95 octanos. Además, hay que destacar que desde finales de marzo, su precio supera al de la gasolina, hecho que hasta ahora se había producido en rarísimas ocasiones.
El encarecimiento del diésel durante las últimas semanas supone que llenar el depósito del coche cueste 20 euros más que en las mismas fechas del año pasado, a pesar de los descuentos del Gobierno anteriormente citados.