La Fundación Concordia y Libertad que creó Pablo Casado con los restos de la ONG Humanismo y Democracia nunca terminó de funcionar como un auténtico laboratorio de ideas que sustituyera a FAES, divorciada de Génova en época de Mariano Rajoy dados los sucesivos enfrentamientos con José María Aznar. Tras una actividad más que discreta desde que se fundara en octubre de 2018 con Adolfo Suárez Illana al frente, su salida puso el foco en la necesidad de tener un think tank propio al estilo de los grandes partidos conservadores europeos.
Alberto Núñez Feijoó quiere su FAES, ampliar el Patronato con la incorporación de más ex altos cargos, esto es, ex ministros y ex secretarios de Estado, incluidos más «sorayistas», abrir la puerta a gente del mundo de la empresa, incluso poner al frente, como él mismo reveló en una entrevista a Servimedia, a un gestor profesional de la empresa privada.
El pasado 28 de diciembre se reunió el todavía exiguo patronato de la Fundación con Cuca Gamarra al frente, quien en calidad de vicepresidenta primera ha asumido la presidencia de la misma de forma interina. Miembros del actual patronato explican a El Independiente que la idea es «hacer el think tank que nunca se culminó. Una vez que desliga FAES del PP nos hacía falta un laboratorio de ideas» sobre todo en esta nueva etapa para reforzar las posiciones del partido con el telón de fondo de las elecciones locales, autonómicas y generales.
La ley de Concordia cayó en el olvido
El que fuera el proyecto más ambicioso de la nueva Fundación en manos de Suárez Illana tampoco llegó a buen puerto. La Ley de Concordia, llamada a ser una alternativa a la Ley de Memoria Histórica, ahora Democrática, quedó en el cajón, sin traducirse en una proposición de ley que el Grupo popular debiera haber llevado al Congreso.
En la cita del pasado diciembre se acordó la puesta en marcha de cuatro seminarios, muy vinculados al escenario electoral, esto es, cooperación descentralizada con las Comunidades autónomas; reparto del agua ahora que se ha recrudecido la guerra de Alicante, Murcia y Almería contra el plan de aumentar las cuencas ecológicas del Tajo, lo que recorta el trasvase al Segura; transición energética e innovación.
El Gobierno recortó las subvenciones para los proyectos de cooperación
«Queremos dedicar esfuerzo intelectual a nuestras propuestas. No estamos por un cambio aparente sino real», dicen los mismos medios consultados respecto al futuro de una fundación que también tiene un fuerte componente de ONG y al que el Gobierno cortó este año las subvenciones para cooperación, según lamentó Gamarra en la reunión del Patronato. Las cifras «se resienten» y eso condiciona en buena medida las actividades de futuro, aunque esperan aún así, darle un impulso.
El actual patronato está formado por Cuca Gamarra, por las diputadas Valentina Martínez Ferro y Elvira Velasco; el ex senador Dionisio García; el empresario Francisco Salazar- Simpson Bos; la ex consejera de la Comunidad de Madrid Regina Plañiol; la ex diputada autonómica y ex senadora Beatriz Elorriaga y Maribel Alañón como directora general. Es patrono de honor Rafael Rodríguez-Ponga.
Es un grupo bastante reducido que, salvo excepciones, además tiene poca trascendencia pública. Se le abre así a Núñez Feijóo una ventana de oportunidad para seguir incorporando a antiguos cargos públicos y del partido hoy fuera de la política que sumar a los nombres de Borja Sémper, como nuevo portavoz del comité electoral, y de Íñigo de la Serna para coordinar junto a Carmen Funez el programa-marco de las elecciones locales y autonómicas del 28 de mayo.
Incluso FAES, hoy desligada del PP, acoge a ex ministros como Jaime Mayor Oreja, Ángel Acebes, Josep Piqué, Alberto Ruiz Gallardón, Ana Palacio y Pío Cabanillas. También forman parte de su patronato políticos en activo del PP. Es el caso del Cosnejero de Hacienda de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández Lasquetty; el diputado Gabriel Elorriaga, el eurodiputado Javier Zarzalejos y la siempre rebelde Cayetana Álvarez de Toledo.
Contactos con ex ministros y ex altos cargos
Desde que Núñez Feijóo aterrizara en la séptima planta de la sede nacional del PP, él y su equipo están manteniendo contactos con ex ministros y ex altos cargos. Algunos de ellos, sin incorporarse orgánicamente al partido en el que todavía militan, -con excepciones como la de José María Lasalle, que rompió en 2018 el carnet de afiliado- hacen papeles y estudios para la nueva dirección.
Si con Concordia y Libertad siguen el mismo modelo que FAES, el nuevo Patronato se ampliará considerablemente, lo que le permitirá a Feijóo «rescatar talento que quedó orillado». Sin embargo, lo más desconcertante es el perfil del aún no revelado gestor profesional de la empresa privada para dirigir un organización a la que se pretende dotar de mucha carga política.