En poco más de un año se ha convertido en uno de los comunicadores insignia de Mediaset, al igual que lo son Jorge Javier Vázquez y Carlos Sobera. Este donostiarra compagina los rapapolvos a los concursantes de Supervivientes en las galas de los domingos del reality con otro concurso muy distinto: Reacción en cadena.
Este último formato cumple sus primeros 100 programas en una vorágine del grupo de Fuencarral que Ion Aramendi define en una convocatoria sobre el cumpleaños de Reacción en cadena como «un giro natural y coherente con unos contenidos más familiares». Sobre el concurso diario, el comunicador aspira a que perdure como La ruleta de la suerte, que cumplió hace unas semanas 17 años en emisión.
Con motivo del especial, Reacción en cadena entregará ese viernes a partir de las 20:00 horas 150.000 euros, su mayor bote hasta la fecha. Si fuese el propio Ion el beneficiario, comenta, austero, que no gastaría el premio. «Ahorraría para dar seguridad a su familia y a mis hijos. En casa somos poco gastadores, no somos de marcas, ni de cosas estrambóticas ni de relojes, ni de coches ni de nada».
Compite por las audiencias con Pasapalabra, pero defiende que hay espacio para todos y agradece la confianza y la paciencia de la cadena en su formato. «Un concurso diario tiene que hacerse su hueco y ese hueco se hace muy poco a poco. Nos gustaría siempre ir conquistando poco a poco, que el formato sea cada vez más conocido y que a la gente a nivel cualitativo lo le guste», reflexiona.
Eso sí, si pudiera pedir, tiene claro que apostaría por una versión mini. «Los mensajes que recibo de la gente por la calle y de las familias que me paran es que es un es un juego muy familiar. Una competencia sana entre colegios con premios que sean para los niños que sea algo como entusiasta porque es educativo porque ellos aprenden. Se lo digo a la cadena y se lo digo a todo el mundo», insiste.
De hecho, algunos logopedas han compartido que utilizan el programa en su trabajo, algo que para él suma a un programa que merece que le permitan seguir «cocinándose a fuego lento», como está ocurriendo también con 25 palabras: «Un antiguo jefe que yo tenía decía ‘pon a un mono dándole leches a una pandereta todos los días a la misma hora y al final eso tendrá audiencia’… aunque quiero pensar que somos mejores que eso».
«Pero sí que es verdad que se perdió un poco en los últimos tiempos se ha perdido en las políticas de las cadenas, se perdía un poco esa paciencia, que es necesaria sobre todo para un formato diario que tiene que ser poco a poco como ocurrió con El cazador«, comenta sobre un formato que en la actualidad lleva Rodrigo Vázquez en La 1.
De los programas grabados, se queda con que permiten la edición y adaptación continua, y de los directos con el «subidón» que supone. Sobre Supervivientes, comenta que Laura Madrueño ha sido la «revelación» de esta edición, así como que la audiencia expulsa siempre a los participantes adecuados. Valora positivamente la expulsión de Yaiza tras sus insultos a Asraf, aunque cuestiona que sean «reales» sus disculpas.
De lo que no le cabe duda es de que, paradójicamente, jamás participaría en Supervivientes. «No me veo. Estuve en Faunia hace un par de días con los críos, los animales a través de un cristal ya me dan grima, imagínate. Cualquier cosa que me toca me da asco, llevo fatal la arena, le tengo miedo a todo», confesó. Descarta también tomar el relevo de Laura Madrueño como corresponsal en Supervivientes.
«Me pondré donde me diga la cadena, pero es verdad que a mí estar cuatro meses separado de mis hijos me costaría mucho. Soy súper feliz con el día a día de mis hijos, con llevarles a basket, pasar con ellos el fin de semana…» explica, con dulzura. Aramendi pasó siete años en Sálvame, un formato que defiende a ultranza ante los incontables rumores de cancelación tras el cambio en la dirección de Mediaset. «Pese a los ataques que tuvo siempre, yo siempre he defendido la profesionalidad del programa y de lo que hacíamos. Ha sido líder durante infinitos años, sigue teniendo arranques increíbles y sabe girar sobre sí mismo y adaptarse a los cambios», asevera, así como que, cuando dejó Mediaset por probar en la televisión pública, supo siempre que regresaría en algún momento.
Reacción en cadena es una adaptación española del concurso de éxito internacional Chain Reaction, formato estrenado en 1980 en la cadena NBC y distribuido por Sony Pictures Television. En él, dos equipos formados por tres participantes a los que les une algún tipo de relación compiten a través de las cadenas de palabras para tratar de hacerse con el premio diario máximo de 150.000 euros.
Los dos equipos deben superar en una primera fase cinco juegos relacionando palabras, adivinando personajes o descubriendo canciones. A continuación, compiten en Complicidad ganadora, un juego decisivo y eliminatorio cuyos ganadores obtienen el derecho a participar en la siguiente entrega y pueden luchar en la fase final por llevarse el dinero que hayan acumulado.