Los dos pases, sin relaciones diplomticas, anuncian un acuerdo sin precedentes bajo la mediacin estadounidense
Aunque en estas tierras un acuerdo no se cierra hasta que la tinta de la firma se instala en el solemne papel, los anuncios que salieron este martes de Lbano e Israel confirman el pacto sobre su frontera martima. Los dos pases seguirn en guerra tcnica pero el acuerdo, que ambos definen como “histrico”, reduce drsticamente las posibilidades de que escale.
Si la invasin rusa de Ucrania caus una crisis energtica de gran envergadura, el factor de los hidrocarburos y, por ende, econmico, ha permitido a israeles y libaneses llegar a una entente bajo la mediacin de EEUU. Los yacimientos en las aguas econmicas disputadas no solo pueden sacar gas sino tambin las ganas de un enfrentamiento blico. Se trata de un acuerdo estratgico que va ms all de los 860 kilmetros cuadrados del Mediterrneo en disputa ya que consolida el tablero de disuasin entre Israel y el grupo chi libans Hizbul.
Dos aos de negociacin
En la recta final de un largo camino de gestiones (una dcada) e intensas negociaciones (dos aos) entre dos partes que no dialogan directamente, el enviado especial de Estados Unidos, Amos Hochstein, ha logrado sortear obstculos explosivos como el ataque de drones de Hizbul contra el yacimiento israel Karish, el tremendo caos poltico y socioeconmico en el laberinto libans y el bucle electoral paralizante en Israel que el prximo 1 de noviembre acude a las urnas por quinta vez desde 2019.
El acuerdo confirma la soberana israel de Karish cuya exploracin por la empresa britnica Energean est prevista en prximas semanas y da al Lbano todo el control en el permetro del campo de gas de Qana situado en parte en la zona en disputa. A cambio, Israel recibir el 17% de los beneficios del gas, de momento potencial, que encuentre en Qana la empresa francesa Total, poseedora de la licencia libanesa. El acuerdo cumple la exigencia israel sobre la lnea martima de 5 kilmetros que estableci unilateralmente tras su retirada del Lbano en el 2000 y no reconocida por este pas.
“Se trata de un logro histrico que fortalecer la seguridad de Israel, traer miles de millones a la economa de Israel y garantizar la estabilidad en la frontera norte. Vamos camino a un acuerdo histrico”, anunci el primer ministro israel Yair Lapid que hoy rene a su Gobierno para aprobarlo. En conversacin telefnica, el presidente estadounidense Joe Biden le felicit con un elogio que no olvidar: “Haces historia”.
Acusado por su rival en los comicios Benjamn Netanyahu de “rendicin histrica ante el chantaje de las amenazas de Hizbul”, Lapid destaca que el acuerdo ha sido recomendado por todos los estamentos de seguridad deseosos de reducir la influencia de Irn y su milicia Hizbul en Lbano. “Israel est interesado en que nuestro vecino Lbano tenga estabilidad y prosperidad. El acuerdo es positivo para las dos partes”, afirma el ministro de Defensa, Benny Gantz, aclarando que no han cedido “ni solo milmetro crtico para nuestra seguridad. El acuerdo avanza a pesar de las amenazas de la organizacin terrorista Hizbul, que intent destruir el proceso”.
Buen acuerdo
Tras recibir el documento actualizado de Estados Unidos, el presidente libans Michel Aoun, concluy que es “satisfactorio” para su pas. Segn l, el borrador final “cumple con las demandas libanesas y preserva los derechos del Lbano a su riqueza natural”. Todos los actores en la negociacin indirecta actuaron con urgencia para lograr la firma antes de que Aoun deje la presidencia a finales de mes. Los libaneses esperan que Kana sea muy productiva para combatir la monumental crisis econmica en su pas en el que la lira cae en picado (prdida del 90% de su valor frente al dlar) y la electricidad es un bien escaso en sus hogares.
Beirut logra hacerse con la zona en disputa en la que se encuentra Kana y evitar una guerra ms devastadora que la que sufri en verano del 2006 durante el enfrentamiento entre Israel y Hizbul. Y todo ello sin romper un tab: mantener relaciones con el Estado judo. De hecho, los negociadores libaneses aclararon al mediador estadounidense que no habr una ceremonia en la que compartan firma y sala con los israeles. Para ellos, se trata de la aceptacin de la propuesta estadounidense aunque ello, quieran o no, supone un paso histrico en la inexistente relacin con su vecino del sur al que no reconoce.
Para EEUU es un gran xito en una regin que en los ltimos aos le ha dado disgustos. Tras abandonar Afganistn, enfriar su relacin con Arabia Saud y no presionar para reactivar el proceso negociador israelopalestino, Biden puede exhibir un inesperado pacto entre su gran aliado en Oriente Prximo y un pas donde la palabra del proiran Hizbul es vital. Segn dos fuentes libanesas de alto rango citadas por Reuters, Hizbul dio luz verde al acuerdo con su gran enemigo. Su jefe, el jeque Hassan Nasrallah presume del xito de la negociacin en clara alusin a sus recientes amenazas hacia Israel ya sea con palabras o drones por si empieza la exploracin de Karish sin un acuerdo previo.
Las palabras de Nasrala son amplificadas por Netanyahu para demostrar “la debilidad de Lapid”. La oposicin denuncia que Lapid no tiene legitimidad para alcanzar este acuerdo ya que es primer ministro en funciones y sin mayora en el Parlamento. “Es escandaloso que Netanyahu en lugar de apoyar un acuerdo tan beneficioso para el pas se convierta en portavoz de Nasrala”, denuncia la ministra israel de Energa Karine Elharrar que hace cuatro meses firm el acuerdo para que su gas natural llegue a travs de Egipto a la Unin Europea El recurso gasstico forma parte del arsenal de guerra en Europa y ahora, si no hay sorpresas de ltima hora, es la decisiva llave para un pacto que hace unos aos pareca imposible.
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