La poltica exterior es un asunto de Estado que exige consenso, en lugar de optar por decisiones unilaterales
El respeto a la legislacin internacional, la necesidad de afrontar la poltica exterior desde el consenso y la importancia de preservar la unidad entre las potencias democrticas son algunas de las principales lecciones que arroja el vigsimo aniversario de la guerra en Irak. Alrededor de medio milln de soldados particip en una intervencin promovida por una coalicin de casi medio centenar de pases para tumbar el abyecto rgimen de Bagdad. Sadam Husein era un criminal y una amenaza se
ria para la estabilidad y la seguridad de la zona. Pero la intervencin no cont con el apoyo de la ONU y, sobre todo, se justific a partir de
un elemento falso: que Irak atesoraba armas de destruccin masiva
.
El Gobierno de Jos Mara Aznar, que dos meses antes haba sentado a Espaa en el Consejo de Seguridad de la ONU como miembro no permanente, buscaba reforzar su papel como actor principal en la escena mundial. Fue el motivo que explica su presencia en la foto de las Azores, tras comprometer el envo de 1.300 efectivos para participar en las tareas de reconstruccin del pas.
Esta intervencin provoc dos efectos de calado. Primero,
la ruptura de la tradicional concertacin con la que PP y PSOE
haban abordado la poltica exterior. Y, segundo, el viraje de Espaa hacia un atlantismo alejado de los centros de decisin europeos que levant ampollas en el eje francoalemn. El respaldo de Madrid y de Londres a George W. Bush les hizo partcipes polticos de su error de clculo y fractur la UE, extremo que ahora se ha evitado en la respuesta a la invasin rusa en Ucrania.
La decisin del Ejecutivo de Aznar de apoyar polticamente la invasin y desplegar tropas
gener un rechazo transversal en la opinin pblica
. Si hubo razones inapelables, su Gobierno nunca supo trasladarlas a la ciudadana. A ello hay que aadir el dolor provocado por la prdida de las vidas de once espaoles sobre el terreno.
El precipitado repliegue militar ordenado por Jos Luis Rodrguez Zapatero tampoco arregl la cuestin. Poda estar justificado al ser su promesa electoral, pero lo ejecut mediante una maniobra tan chapucera que quebr la confianza en Espaa por parte de la Casa Blanca. Exactamente veinte aos de frialdad y distanciamiento ha costado a otro Gobierno socialista, el de Pedro Snchez, restaurar el crdito pleno con Estados Unidos.
Las lecciones para Espaa 20 aos despus de la guerra de Irak nos recuerdan que la ambicin de ampliar la influencia de nuestro pas en el tablero global debe
respetar el Derecho internacional
y el imperativo de consenso que exige una poltica de Estado. Salvando las distancias, ya que no se trata de un conflicto que implique despliegue de tropas espaolas, ni una cosa ni la otra se han cumplido en asuntos como la posicin respecto al Shara Occidental.
Para seguir leyendo gratis