LO NORMAL ES EXTRAORDINARIO
Opinin
Me distraje con los calcetines de Kevin McCarthy, portavoz de la Cmara de Representantes de Estados sumidos, que se puso elegante para entrevistarse con Joe Biden.
Supongo que Kevin, con la luz apagada, cogi los primeros calcetines que encontr y se los puso… y el fotgrafo le pill.
El tema a discutir sonaba a serio. Se trataba de llegar a un acuerdo para elevar el techo de deuda y evitar el default, o sea, la suspensin de pagos.
He dicho que sonaba porque la discusin forma parte de la negociacin y, para m, el final est cantado: acuerdo, apretones de manos, sonrisas… y a gastar.
El techo de la deuda, como su mismo nombre indica, es la cantidad mxima que el Congreso de EEUU permite al Tesoro estadounidense tomar prestado mediante la emisin de deuda pblica.
En estos momentos, es de 32,4 billones de dlares.
Y aqu viene la batalla poltica, batalla que ya se ha dado en la aprobacin del presupuesto, con las correspondientes compras y ventas de votos. (Hay que aclarar que esto no es lo de Melilla. Llamo compras y ventas de voto a lo que ha hecho Pedro Snchez llegando a acuerdos con Bildu o con ERC.
Joe Biden dice que quiere gastar una cantidad en lo que l llama ‘gasto social’. Kevin quiere aumentar el gasto en defensa. Realmente, estn modificando los presupuestos. Al final, uno bajar en algo y el otro subir en algo. Y al final, a m me parece que estn modificando el presupuesto.
Leo que la aprobacin del techo de deuda no trae consigo necesariamente un aumento de la deuda, pero yo dira que s, que se producir un aumento. Hace tiempo, hablando de otro tema, dije yo dira y alguien me corrigi: yo dira, yo dira…pues dgalo!.
Pues lo digo. Porque los gobiernos, con mucha frecuencia, son mquinas de gastar dinero. Y porque gastar el dinero pblico escuece menos que gastar el dinero propio.
Con techo de deuda y sin techo de deuda, no se puede olvidar lo de siempre, que hay que pagar la deuda y hay que pagar intereses. Y yo me haba acostumbrado a cifras del orden de 30.000 millones de intereses en nuestros PGE y le algo en algn sitio en el que hablaba de 40.000.
De los calcetines de Kevin a la bolsa abierta de Pedro. Siempre con la amenaza (falsa) de la suspensin de pagos. Suspensin que va bien como amenaza, pero sabiendo que no le interesa a nadie.
Desde 1960, en Estados Unidos han jugueteado 78 veces a la amenaza de la suspensin.
Y han llegado a acuerdos 78 veces.
Seguiremos jugando.
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