Los españoles siguen confiando en los depósitos y en el efectivo a pesar de que han perdido poder adquisitivo con estos productos debido a la alta inflación. En 2022, la inflación cerró en el 5,7%, aunque durante el año llegó a sobrepasar el 10%. La falta de remuneración de los depósitos por parte de los bancos y el no mover el efectivo hace que ese dinero haya perdido valor. Según los datos del Banco de España, los hogares españoles dejaron en depósitos y efectivo un nuevo máximo histórico de 1,078 billones de euros el año pasado. Esta cantidad supone un 4,2% más que el año anterior.
La incertidumbre económica que acechó 2022, año en el que comenzó la invasión de Rusia en Ucrania y que la inflación comenzó a dispararse, hizo que los españoles guardasen más dinero que nunca. La cifra implica casi 44.000 millones de euros más que la registrada en 2021. Y supone más de un 40% sobre el total de activos financieros de los hogares, que incluyen otros instrumentos de inversión como los seguros, fondos de pensiones, etc.
Según las cuentas Financieras de la Economía Española del BdE, La mayor parte de ese dinero está en depósitos. Los españoles guardan en estos productos (tanto transferibles como otros) un total de 1,020 billones. En el caso de los depósitos transferibles, la cantidad total es de 937. 906 millones de euros, es decir, un 6,6% más que un año antes. La remuneración media de los depósitos a plazo a cierre de 2022 fue de 0,64%. En febrero, estos productos han mejorado, algo, su rentabilidad, ya que la media es de 0,86%, máximos desde 2014.
Por otro lado, los hogares españoles guardaron menos efectivo en 2022 que en años anteriores. La cantidad total fue de 57.547 millones de euros, lo que supone una caída del 4,2% respecto al año anterior. Esta situación podría revertirse en los próximos trimestres. Ya que la inflación está haciendo mella en los ahorros de los los españoles. Además, la falta de remuneración de los depósitos en este primer trimestre puede hacer que esta cuantía baje, ya que los españoles están llevando ese dinero a otros productos como letras del Estado o fondos de inversión.
En el conjunto de 2022, la adquisición neta de activos financieros por parte de los hogares ascendió a 44.982 millones de euros. Solo los Fondos de Inversión (aparte de las cuentas bancarias) registraron operaciones financieras netas positivas (suscripciones netas), en el acumulado del año, confirmando a este instrumento como referencia de inversión para los hogares españoles, que acumularon 12.425 millones de euros de nuevo ahorro en Fondos de Inversión. Sólo en el último trimestre, los hogares españoles optaron por el ahorro en Fondos de Inversión (7.372 millones de euros) frente a la notable adquisición de instrumentos de deuda, principalmente a corto plazo, que ascendió hasta los 5.189 millones de euros.
En general, la riqueza financiera neta de los hogares, que se obtiene deduciendo sus pasivos de sus activos financieros, se situó en 1,959 billones de euros a finales de 2022, lo que supone una caída del 0,2% respecto a un año antes, cuando se situó en los 1,962 billones de euros.
La riqueza financiera de los hogares se ha mantenido estable a pesar de la elevada inflación, porque los españoles han reducido deuda, en algunos casos por amortización de parte de ella y en otros porque el acceso a la financiación se encareció durante 2022 debido a la subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo. De esta manera, los préstamos de los españoles se redujeron hasta los 702.788 millones de euros, es decir, cayeron en 1.423 millones de euros.
Si se tiene en cuenta el último trimestre de 2022, el volumen total de activos financieros aumentó un 2,8%, a pesar de que a nivel anual se mantuvo estable. También aumentó la riqueza financiera un 3,8%. Según Inverco, el incremento del volumen total de activos financieros en el cuarto trimestre tuvo su origen en un 36% a las nuevas adquisiciones de activos financieros realizadas por las familias, mientras que el 64% restante se debió a las revalorizaciones de las carteras por efecto del mercado.